Edgar Neville y de Romrée, IV Conde de Berlanga del Duero (Madrid, 28 de diciembre de 1899 – 23 de abril de 1967). Escritor, humorista, cineasta y diplomático.
Nació en Madrid el 28 de diciembre de 1899 en la casa familiar de la calle Trujillos. Su padre fue Eduardo Neville Rivesdalle, ingeniero inglés que se ocupaba en España de los negocios de una empresa de motores, fallecido siendo él muy niño; su madre era María Romrée y Palacios, hija del conde de Romrée y de la condesa de Berlanga de Duero, título este último que heredaría él. Pasa la mayor parte de los veranos de su infancia principalmente en la casa palaciega que su abuelo, Carlos de Romrée, poseía en la localidad valenciana de Alfafar, lugar que siempre recordaría como uno de los espacios más felices de su niñez, y también algunos en La Granja de San Ildefonso (Segovia), San Sebastián y Biarritz. También pasa una temporada con su madre en Leysin (Suiza), curándose de una pulmonía. Tras estar un periodo interno en el Colegio de El Escorial, a los nueve años ingresó en el Colegio del Pilar de Madrid en donde termina el bachillerato.
Inició estudios de Derecho en la Universidad Central de Madrid, sin mucho entusiasmo, pues pronto mostró afición por la literatura -consiguió estrenar con 18 años el vodevil “La Vía Láctea”-. Según él mismo cuenta, fue una faena del torero Juan Belmonte en Madrid la que le despertó la necesidad de escribir al querer transmitirla a sus amigos. De esta manera alternó la actividad estudiantil con una carrera literaria iniciada con crónicas para el diario "La Época". A este mismo diario seguiría enviando crónicas sobre la guerra de Marruecos, tras alistarse voluntario en el regimiento de húsares después de un desengaño amoroso, firmando con el seudónimo de "El voluntario de Ben Aquí". Estuvo poco tiempo en Marruecos, sin llegar a entrar en combate, pues a raíz de una enfermedad es devuelto a España. De vuelta en Madrid participó activamente en la vida social y cultural, como las célebres tertulias del Café Pombo, donde conoce a Ramón Gómez de la Serna entre otros. En 1922 asiste a un concurso de cante jondo organizado en Granada, ciudad que le fascina y a donde trasladó su expediente académico para terminar sus estudios de abogado. Allí entabló amistad con el poeta Federico García Lorca y con el músico gaditano Manuel de Falla, con quien compartió su pasión por el flamenco y las letras.
En 1924 ingresa en la carrera diplomática, pero la mayor parte del tiempo está destinado en Madrid. En esta época practica varios deportes, pero sobre todo hockey sobre hielo, figurando en el equipo nacional y disputando partidos internacionales.
En 1925 se casó con la malagueña Ángeles Rubio-Argüelles y Alessandri, con quien tuvo a sus hijos Rafael y Jaime. Viajó frecuentemente a Málaga, donde la editorial Imprenta Sur le publica su primer libro, la colección de relatos “Eva y Adán” (1926). Posteriormente publicará su primera novela “Don Clorato de Potasa” (1929), que previamente había sido publicada por capítulos en folletones de El Sol, y cuyo título ya denota el carácter humorístico que Neville imprimió a toda su obra posterior. También colabora en revistas como “Buen humor”, "Nuevo Mundo", "Aire Libre", "La gaceta literaria", "Revista de Occidente" y "Gutiérrez". Por entonces entabló relaciones con el pintor Salvador Dalí y los poetas Manuel Altolaguirre, Emilio Prados o José María Hinojosa, todos ellos pertenecientes a la Generación del 27.
Sigue asistiendo a las tertulias: por la tarde a La Granja del Henar y por la noche a Pombo. En ellas se relaciona con las figuras del momento: Ortega y Gasset, Pérez de Ayala, Manuel Azaña, Valle-Inclán, pero también con otros más próximos en edad: Luis Buñuel, Eduardo Ugarte, Pepín Bello, Rafael Alberti, Guillermo de Torre, Sánchez Mejías, Santiago Ontañón, Tono, Carlos Arniches, etc, y con multitud de actores y actrices de paso por Madrid.
En 1927 es destinado a Estados Unidos como secretario en la embajada en Washington, y en sus primeras vacaciones viaja a Los Ángeles, donde entró en contacto con el mundo del cine que por aquella época se convertía en sonoro. Logró entablar amistad con Charles Chaplin y otras estrellas del momento, y pidió una excedencia para quedarse en Hollywood. Chaplin le abre caminos en la meca del cine y la Metro Goldwyn Mayer lo contrató como dialoguista y guionista, ya que en la época se rodaban versiones en español con destino al mundo hispano, siendo "El presidio" una de las películas más destacadas en las que trabajó. Una vez consolidado como residente en Hollywood, comenzó a atraer a la meca del cine a muchos de sus amigos: José López Rubio, Eduardo Ugarte, Tono, Luis Buñuel y Enrique Jardiel Poncela entre otros.
De vuelta en España en 1931 se encuentra con una cinematografía en situación muy precaria desde el punto de vista industrial, aún así estrena su primera película, el cortometraje “Yo quiero que me lleven a Hollywood”. Poco después estrena su primera obra de teatro “Margarita y los hombres” (1934), pero no conseguirá dirigir un largometraje hasta 1935, “El malvado Carabel”, una adaptación de Wenceslao Fernández Flórez que fue un éxito comercial. En 1934 es nombrado cónsul de España en Uxda (Marruecos), en donde emprende un viaje a la búsqueda de supuestos prisioneros españoles que no encuentra, y por el que recibe la condecoración de la Cruz de África. En su archivo personal se conservan multitud de documentos de estos años (véase Arch.ENR/1/46 – 64). En 1935 es destinado de nuevo a Madrid.
En los años treinta se separó de su esposa y se relacionó sentimentalmente con Conchita Montes, una aristócrata intelectual y artista bien relacionada. Gracias en parte a ella, escapó de ser fusilado en los primeros momentos del golpe de estado que condujo a la Guerra Civil. Huyó a Londres y viajó luego a Bélgica, estableciéndose más tarde en una residencia que su familia posee en San Juan de Luz (Francia). En 1937 se unió al ejército franquista como reportero de guerra y dirigió la grabación de varios documentales en los frentes de Bilbao, Brunete y el Ebro, escribiendo guiones de películas de carácter propagandístico como “Juventudes de España” (1938), “La Ciudad Universitaria” (1938) o “Vivan los hombres libres” (1939). De esta época se conserva una gran cantidad de información en sus agendas (Arch.ENR/1-14) y en un diario escrito entre junio y julio de 1937 (Arch.ENR/1/70). También funda, junto con Mihura, Tono y Álvaro de la Iglesia, la revista semanal de humor “La Ametralladora”, que será preludio de “La Codorniz”, y colabora en la revista “Vértice”. Poco antes de finalizar la guerra viaja a Italia y en Roma adapta un relato suyo, “Frente de Madrid”, para convertirlo en película, participando del rodaje de la misma.
Acabada la guerra continua su actividad literaria y cinematográfica, dirigiendo varias películas costumbristas como “La torre de los siete jorobados” (1944), “Domingo de Carnaval” (1945) o “El crimen de la calle de bordadores” (1946). En teatro estrenó comedias de mucho éxito como “El baile” –representada en varios países, su mayor éxito-, “Alta fidelidad” o “La vida en un hilo” (cuyo guion original se conserva en Arch.ENR/5/2). Su último estreno teatral tuvo lugar el 31 de mayo de 1963 con la obra “La extraña noche de bodas”. En cuanto a lo cinematográfico tuvo notables éxitos como “El último caballo” (1950), “Duende y Misterio del Flamenco” (1952) –Mención de Honor en el Festival de Cannes-, “El baile” (1959) o “Mi calle” (1960), su última película como director y guionista.
Se le considera perteneciente a la denominada “otra generación del 27”, un grupo de humoristas coetáneos a la conocida Generación del 27. En su obra pasó de un vanguardismo inicial, fuertemente influenciado por Ramón Gómez de la Serna, a un costumbrismo irónico, desmitificador con fines humorísticos.
En sus últimos años de vida se dedica preferentemente a la poesía y a la pintura, sin olvidar sus colaboraciones en periódicos y revistas En su archivo personal existen copias mecanografiadas y poemas autógrafos publicados en la Revista de Occidente y en Amor huido (Arch.ENR/2/38 y Arch.ENR/2/39, respectivamente) y una buena muestra de los artículos publicados en ABC (Arch.ENR/11/1) y La Codorniz (Arch.ENR/11/2). Su afición por la gastronomía y unos problemas de tiroides e hipófisis fueron poniendo en peligro su salud, llegando a pasar por varios tratamientos y clínicas de adelgazamiento, pese a lo cual, el 23 de abril de 1967, falleció a causa de un paro cardíaco en Madrid.
Ocultar