Luis Goytisolo Gay, hijo de Julia Gay y José María Goytisolo Taltavull, nació en Barcelona el 17 de marzo de 1935. A pesar del impacto que supuso para la familia la trágica muerte de la madre en 1938, el autor siempre ha sostenido que vivió una infancia feliz. Nacido en el seno de una familia que formó parte de la burguesía barcelonesa, Luis es el menor de cinco hermanos: Antonio, que falleció siendo muy pequeño de una meningitis, Marta, y los escritores Juan y José Agustín Goytisolo. Fue cultivando el gusto por la literatura desde su niñez: sus primeras lecturas fueron seleccionadas por su tío Luis, quien le influiría de gran manera, despertando en él una creatividad excepcional. En las entrevistas que forman parte de su archivo personal encontramos declaraciones sobre estos primeros años, en los que, a pesar de la buena relación con sus hermanos, Luis Goytisolo explica que no compartían lo que escribían, ya que desde muy jóvenes apuntaban en distintas direcciones. Durante su infancia escribía en un cuaderno donde pegaba fotos que arrancaba de catálogos de arte con la ambición de montar una revista, El Diamante, de la que conservamos un ejemplar. Esta ambición lo llevó incluso a presentarse en la Editorial Molino a la temprana edad de once años para presentar novelas que no alcanzarían a ver la luz. Sin embargo, empezó a ver reconocida su calidad mientras estudiaba el bachillerato, cuando su profesor de literatura lo incitó a escribir en la revista del colegio necrológicas al haber descubierto en el joven cierta sensibilidad literaria.
En 1953 comenzó los estudios de Derecho en Barcelona, que abandonaría más tarde. Por aquel entonces empezó ya su relación con María Antonia Gil Moreno de Mora. En el 1956 gana el primero de varios premios literarios: el Premio Sésamo por su relato “Niño Malo”, cuento que incorpora en la publicación de su primera novela, Las Afueras, en 1958, que supuso un éxito rotundo, consiguiendo el Premio Biblioteca Breve. Podemos consultar en su correspondencia las numerosas críticas y felicitaciones que recibió de aquellos que lo acompañaron desde sus inicios, que igualmente alabaron su segunda obra, Las mismas palabras (1963). Entre 1956 y 1959 estuvo afiliado al Partit Socialista Unificat de Catalunya; la asociación de Goytisolo con este partido lo acabaría llevando a cumplir una pena de cuatro meses en prisión en 1960. De este suceso, que para Luis Goytisolo fue fundamental en su trayectoria vital, conservamos numerosos recortes de prensa seleccionados por él mismo, correspondencia y creación poética inspirada en los días de aislamiento. Fue en estos momentos donde empezó a concebir la que se considera por muchos una obra imprescindible en la literatura del siglo XX: Antagonía. La importancia de este hecho reside en que, para el menor de los Goytisolo, la planificación de la obra es aquello a lo que más tiempo dedica en el proceso creativo: la estructura es lo que más le preocupa. Esto se puede comprobar en los manuscritos que conservamos en su archivo personal: en relación con casi cada una de sus obras encontramos varias páginas en las que el autor redacta ideas, enumera personajes y dibuja esquemas de los que se servirá para la redacción de sus novelas.
En 1966 contrajo matrimonio con María Antonia Gil Moreno, a quien dedicó su mayor creación, y con quien traería al mundo a Gonzalo y Fermín. El reconocimiento del mérito de Goytisolo iba creciendo, así como sus relaciones con el universo literario, incluyendo autores e investigadores internacionales con los que intercambiaba correspondencia que podemos consultar en nuestro archivo. En 1970 publica Ojos, círculos, búhos, un libro de fábulas que contaría con las ilustraciones del pintor vanguardista Joan Ponç, al igual que el posterior Devoraciones (1976). En este mismo año publica Los verdes de mayo hasta el mar, la segunda parte de Antagonía, con el que ganaría el Premio Ciudad de Barcelona. La cólera de Aquiles (1979) y Teoría del conocimiento (1981) completarían esta compleja obra. En 1981 publica también Fábulas, recopilaciones de Ojos, círculos, búhos, Devoraciones, y una tercera obra inédita titulada Una sonrisa a través de una lágrima. Su producción en estos años es amplia, destacando Estela de fuego que se aleja (Premio de la crítica 1984) o sus reportajes sobre viajes, de los que conservamos diarios y blocs de notas en nuestro archivo, que se convertirían en varios artículos periodísticos y en la serie documental de TVE Índico (1991). En 1992 consigue el Premio Nacional de Narrativa por Estatua con palomas, obra con referencias autobiográficas y en la que se trabaja la cuestión de dependencia entre realidad y ficción, asunto que tratará en casi toda su producción. En 1993 Luis Goytisolo y su esposa María Antonia emprenden el proyecto de crear la Fundación Goytisolo en el Palacio del Marqués de Villarreal, donde se celebrarían simposios de narrativa hispánica contemporánea que desgraciadamente María Antonia no viviría para presenciar ya que, ese mismo año, un cáncer le quitaría la vida, dejando un gran vacío en la familia.
En marzo de 1994 es nombrado miembro de la Real Academia Española. En el archivo personal podemos consultar su discurso de entrada, así como una copia de la respuesta de Francisco Ayala. De este momento se conservan también numerosas tarjetas y copiosa correspondencia en la que Luis Goytisolo recibe calurosas felicitaciones por esta nueva etapa. Entre 1995 y el 2000 sigue con proyectos documentales para la televisión; son años de viajes en los que escribe tres novelas entorno a esta temática: Mzungo (1996), Placer licuante (1997) y Escalera hacia el cielo (1999), que se publicarían de manera conjunta en 2004 bajo el título Tres comedias ejemplares. Es durante estos años también cuando contrae matrimonio con la periodista Elvira Huelbes, en 1998.
Luis Goytisolo consigue compaginar a lo largo de los años la publicación de sus novelas, artículos periodísticos, los viajes y sus respectivos documentales, su labor como académico y su actividad como director de la revista Letra Internacional. De este modo extiende su amplia producción hasta el siglo XXI con la incesante publicación de sus obras; lejos de sentirse desilusionado con el advenimiento del nuevo siglo, Diario de 360ª (2000) o Liberación (2003) manifiestan un interés por los misterios y sorpresas de la vida. Luis Goytisolo pertenece a esa generación de españoles que se crio con la Guerra Civil como traumático ruido de fondo, desarrollando un fuerte sentimiento antifranquista que se ve representado en sus obras junto con cierto compromiso social. Matices que aparecen acompañados siempre de referencias autobiográficas que nos remiten a su entorno y que, mediante un estilo realista, crean en el lector la sensación de haber experimentado estas vivencias que se enmarcan en trabajadas y complejas estructuras en un tono muy personal siempre, elocuente e irónico.
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