En Europa, antes de que se produjeran los cambios en la industria de la perfumería en el siglo XIX, la producción y venta de los productos se encontraban en manos de pequeños artesanos. Años más tarde, en España, las tiendas y todo su entorno van a sufrir una amplia transformación, es entonces cuando se abren las primeras perfumerías especializadas. Algunas imágenes de comercios de distintas épocas muestran la evolución del espacio físico destinado a la comercialización de este tipo de artículos.
En un principio las principales fábricas publican sus propios catálogos para hacer llegar sus creaciones a los comercios. Años más tarde la comercialización estará en manos de grandes centros de distribución que publicarán catálogos de perfumería para distribuir los productos por toda España. La documentación comercial generada por las relaciones entre proveedores y comerciantes, como las cartas comerciales y las facturas, ofrecen información sobre las existencias del propietario, los servicios proporcionados y especialmente los precios.