Es una de las recopilaciones poéticas impresas más importantes de la segunda mitad del siglo XV. La obra va dirigida a Doña Francisca de Bardají, esposa de Juan Fernández de Hereda, Gobernador del Reino de Aragón.

El autor, del que no tenemos noticias bibliográficas, indica en el prólogo su intención recopilatoria. Incluye 18 obras de carácter religioso-moral, de los autores más conocidos de la época: Fernán Pérez de Guzmán, Juan de Mena, Iñigo López de Mendoza y Jorge Manrique y otros como: Juan Álvarez Gato, Gonzalo Martínez de Medina, Gómez Manrique, Ervías, Fernán Ruiz de Sevilla, Fernán Sánchez de Talavera y Fray Gauberte Fabricio de Vagad. Se aparta de ese tono únicamente la obra de Jorge Manrique.

Entre el amplio campo editorial del siglo XVI dedicado a la instrucción doctrinal y lectora se distinguen tres tipos de libros como base del educador: los catecismos, las doctrinas, y las cartillas.
Las cartillas son un instrumento pedagógico básico formadas por unas pocas hojas, destinadas a la llamada “primera edad” los niños y niñas de tres a cinco años. Contienen el método de aprendizaje del abecedario, el silabario y en algún caso aislado, las nociones gramaticales básicas o las pautas generales de su escritura. Otras veces, como en este ejemplar, el método va acompañado de nociones básicas de doctrina cristiana, mediante la inclusión de las principales oraciones.
Por su función pedagógica son impresos cuidados y piezas muy utilizadas, de ahí que se editaran sistemáticamente, a pesar de lo cual su conservación posterior es rara.

El Romance de Gayferos que leemos en el siglo XVI narra la aventura de rescate de la esposa cautiva de moros. Es la versión modernizada de una aventura que está documentada en fragmentos épicos anglosajones del siglo VIII, donde la personalidad del protagonista se ha ido retocando hasta reforzar su carácter épico.
Tiene las características propias de los pliegos sueltos, tanto por su autor, que es desconocido como por la presentación, formada por el título, un grabado y el texto a dos columnas. El desconocimiento del autor propiciaba autonomía al impresor para intervenir, en la estructura, en la disposición del producto así como en la introducción de grabados; todo para hacerlo más atractivo al público, dando lugar a “variantes” de un mismo romance.

Pieza de gran interés para la historia de la cartografía, que permite conocer una faceta inédita de este importante cartógrafo español. Fue autor de la obra cartográfica más relevante realizada en España en el siglo XVIII. Durante los cuarenta años que estuvo dedicado a este trabajo realizó más de doscientos mapas de los reinos, provincias, obispados, etc., cubriendo todo el territorio peninsular y amplias zonas de América. Sus trabajos llenaron el vacío cartográfico existente en España y tuvieron una influencia considerable a lo largo del siglo XIX

La Biblioteca Nacional conserva prácticamente la totalidad de la obra cartográfica de Tomás López y diversas publicaciones como los Principios Geográficos aplicados al uso de mapas en 1775, la Cosmografía abreviada. Uso del globo celeste y terrestre, en 1786, todas las ediciones del Atlas Geografico de España, que a su muerte publicaron sus hijos, en 1804, 1810 y 1830; y las Relaciones geográficas que López envió a las autoridades de los pueblos solicitando datos geográficos, económicos, administrativos, demográficos, religiosos, etc., que utilizó como base de consulta para la confección de sus mapas y con la idea de publicar más adelante un "Diccionario Geográfico-Histórico de España". Sin embargo esta ambiciosa obra nunca se terminó, si bien la mayor parte de estas respuestas se guardan en el Servicio de Manuscritos.

Hasta ahora no se conocía la existencia de ningún Globo Terráqueo realizado por Tomás López. Sabemos que construyó algunos globos, por referencias del inventario de los fondos de su biblioteca particular que quedaron a su fallecimiento, pero hasta ahora no se había localizado ninguno de esos ejemplares en colecciones públicas ni privadas. Toda esta información nos indica que estamos ante una pieza de importancia histórica que, además nos confirma que Tomás López fue el primer cartógrafo español constructor de globos del que se tiene noticia.

El Patronato Nacional de Turismo fue un organismo creado en 1928 por el rey Alfonso XIII para mantener, restaurar y dar a conocer el patrimonio español, sus pueblos y ciudades a todo el mundo recogiendo así el camino abierto por los turistas que recorrieron y descubrieron al mundo la imagen de España en la segunda mitad del siglo XIX. Una de las líneas de actuación para conseguirlo fue la publicación de carteles como este de Cádiz.

Hacia 1850-1860 llegaron a nuestro país algunos artistas extranjeros que realizaron fotografías de una gran calidad, siguiendo la estela de Charles Clifford, Jean Laurent o R. P. Napper. Fotógrafos cuyas obras son actualmente muy valoradas en el mercado fotográfico, como es el caso de Le Clerq que realizó una serie de álbumes sobre distintas partes del mundo, uno de ellos está dedicado a España y a esta serie pertenecen estas dos panorámicas espléndidas de Granada y Málaga.

Conjunto de piezas manuscritas musicales de gran relevancia para el estudio de la música española. La colección reúne a importantes compositores españoles de los que apenas hay documentación ni en la Biblioteca Nacional de España y ni en otras instituciones.

Entre los compositores y obras de la colección hay que resaltar: Las composiciones de cámara del siglo XVIII de José María Reynoso (-- Salamanca 1802); las piezas de música religiosa, las zarzuelas, o el método de música del organista y compositor Francisco Olivares (1778-1854); algunas piezas del organista de la Real Capilla José Lidón (1746-1827); las obras de Pedro Aranaz (1740-1820) que representan el transito de la música española del siglo XVIII al XIX; entramos en el siglo XIX con el teórico de la música J. Teixidor (1752-1811) y las canciones patrióticas sobre las guerras carlistas, del que se considera creador del Teatro Lírico Ramón Carnicer (1788-1853).

Colección de piezas autógrafas de compositores españoles del siglo XIX y XX: Emilio Arrieta, Tomás Bretón , Fernando Moraleda, Ignacio Ovejero, Bernardino del Valle, Buenaventura Iñiguez, Chueca, Larrea

Destaca la colección de Emilio Arrieta, uno de los compositores más importantes del siglo XIX. Son piezas manuscritas representativas de etapas de su vida muy diferentes, desde su juventud, cuando es alumno en el conservatorio de Milán hasta la época de los “años 70”, momento en que ejerce como profesor y director del Real Conservatorio de Música de Madrid. Junto a estas piezas, otras composiciones que representan los primeros intentos de introducción del estilo italianizante en España.

MANUSCRITOS del compositor Cristóbal Oudrid (1825-1877)

Café-teatro y restaurant-cantante. - [1868].

El Conde de Castralia. Zarzuela en tres actos. - [1856].

Don Pablito. 2ª parte de Don Simón. - [1854].

Don Sisenando. Zarzuela en un acto.- [1858].

La gata de Mari Ramos. - [1869].

El hijo del regimiento. Zarzuela en tres actos. - [1857].

Moreto. Zarzuela en tres actos. - [1874].

La pata de cabra. - [1858].

Yo y mi tía.

Destacado pianista, compositor de zarzuelas y director de orquesta, Cristóbal Oudrid y Segura, nació en Badajoz, 1825 y muere en Madrid en1877.Revitalizó el género de la zarzuela con piezas famosas como "El molinero de Subiza", "El postillón de la Rioja", y "El sitio de Zaragoza". Fundador junto con Joaquín Gaztambide, Barbieri y otros compositores de la Sociedad Artístico Musical para el cultivo de la zarzuela. Fue director de orquesta del Teatro Real de Madrid y el Teatro de la Zarzuela.
Estos manuscritos musicales enriquecen la colección de autógrafos de compositores, los archivos personales y la colección de teatro lírico de la Biblioteca Nacional de España.

Desde el primer tercio del siglo XIX surgen grandes firmas taurinas que escriben no sólo en las columnas de los diarios sino también en las revistas y semanarios taurinos. Ya en el siglo XIX las revistas especializadas de tema taurino están sobradamente consolidadas en el mercado y cuentan con un público acérrimo que busca en este tipo de prensa su información predilecta.
O Toureiro es una de estas revistas dirigida por Salvador Marques con fotografías de A. Fillon. La publicación está ilustrada con 91 retratos de toreros españoles y portugueses, con la particularidad de que éstas son albúminas sueltas montadas por separado del texto. De manera que su interés es doble, para el mundo taurino por un lado y para la historia y evolución de la fotografía por otro.