Por Antonio Bonet Correa.

Francisco Jareño, es, sin duda alguna, uno de los grandes arquitectos españoles del siglo XIX. Sus obras, en las cuales se unen la monumentalidad tradicional con la moderna funcionalidad, destacan no sólo por su limpio y cuidado diseño, sino también por su adecuada y perfecta técnica constructiva. Preocupado por la tipología, construyó importantes edificios institucionales. Además de un profesional eficiente fue un teórico y pedagogo que impartió clases como catedrático de la Escuela Superior de Arquitectura y pronunció importantes discursos académicos. Su legado arquitectónico todavía es visible en la capital de España.

Antonio Bonet Correa es Catedrático Emérito de Historia del Arte de la Universidad Complutense y Director de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid.