Continuó sus estudios en los Reales Estudios de San Isidro y en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid, en los que demostró su gran competencia, lo que llevó a que el conde de Floridablanca le encargara la supervisión de las minas de Almadén, labor que quedó reflejada en su Memorias de las Reales Minas de Almadén (1783). Compagino este trabajo con la preparación del primer lanzamiento de un globo aerostático que tuvo lugar en España, concretamente en la Casa de Campo en 1783.

En 1784 viajó a París para ampliar sus estudios, y allí se hizo amigo de algunos de los científicos franceses más destacados de la época. Desde Francia, en 1788 se trasladó a Inglaterra en misión de espionaje industrial y logró conocer a James Watt y ver una máquina de vapor de doble efecto que se mantenía en secreto. De vuelta en París pudo reproducir una de estas máquinas, vitales para la modernización de la economía, y publicó su Mémoire sur la force expansive de la vapeur de l'eau (1790). 

Otra de las brillantes mejoras técnicas sobre los recientes inventos europeos de Betancourt fue la instalación de un telégrafo óptico que comunicaba Madrid con Aranjuez. Eran tantos sus estudios y descubrimientos que en 1792 se abrió en el Retiro madrileño el Real Gabinete de Máquinas, que reunía sus modelos industriales, planos y memorias. Además, su pericia en el dibujo le permitió ilustrar diversos libros científicos y la amplitud de sus conocimientos le llevó a ayudar a Malaespina en la preparación de su expedición.

A finales de siglo su colega Bartolomé Sureda y él enseñaron a Goya la técnica del grabado a la aguatinta, que habían aprendido en Inglaterra y que el pintor aplicó en sus Caprichos. Con el cambio de siglo se hizo cargo de la Inspección General de Caminos y Canales, ocupándose de la modernización de las vías de transporte españolas. En 1803 creó la Escuela de Caminos y Canales, para la mejora en la formación de los ingenieros civiles. En 1807 escribió una Mémoire sur un nouveau système de navigation intérieure.

Pese a sus indiscutibles logros, su enfrentamiento con Godoy le llevó a exiliarse en Francia en 1807 para instalarse un año después en San Petersburgo al servicio del zar Alejandro I, llegando a ser nombrado mariscal del ejército imperial. En Rusia también se encargó de la reforma del cuerpo de ingenieros, pero esta fue solo una de las muchas labores que desarrolló en el país eslavo: diseñó edificios como la Sala de Ejercicios Ecuestres de San Petersburgo y el Manezh o Picadero de Moscú, una de las más bellas muestras del neoclásico ruso; creó una nueva fábrica de papel y moneda de gran eficacia; diseñó puentes, canales y barcos de vapor, etc.

En 1817 inició uno de los grandes proyectos de su vida, la creación de una nueva feria de Nizhni Nóvgorod, que incluía la sede central, edificios administrativos y comerciales, además de una iglesia. A su apertura en 1822 asistieron 200.000 personas. Tras retirarse en 1824, murió pocos meses después.

(Servicio de Información Bibliográfica)