El humor como bandera
Al quedarse huérfano de padre y con pocos recursos económicos se traslada a Madrid en 1863 y empieza a colaborar en múltiples publicaciones: La discusión, Gil Blas, La Nación, La Democracia, Día de Moda… Escritor ingenioso y satírico, cultivó a lo largo de su vida además de la literatura periodística, el género dramático, el lírico con Soledades (1876) y Poesías festivas (1880); la novela con Los dulces de la boda (1872) y Busilis, relación contemporánea (1881); la sátira, la zarzuela, el pasatiempo humorístico, letras de canciones como La Partida y el relato en Cuentos aragoneses (1905). Blasco es también el creador del llamado género bufo siendo su primera obra El joven Telémaco un gran éxito. En este género también destacan: La corte del rey Reuma (1886) y Pablo y Virginia (1867).
De liberal a conservador
En 1866, joven con ideas liberales, interviene en la llamada rebelión de los sargentos y debe emigrar a Francia de donde vuelve a Madrid en 1868. Compagina en los años siguientes su gran dedicación a las letras con los cargos de secretario del ministro de Ultramar, secretario del ministro de Gobernación, corresponsal en la inauguración del Canal de Suez y director general de Correos bajo la Restauración, cuando se ha reconvertido en un conservador monárquico.
Se casa en 1872 con Mariana Paniagua, emparentada con la nobleza madrileña, con la que tiene seis hijos, entre ellos Ángel, Wenceslao y Sofía, que llegarán a ser respectivamente caricaturista; periodista y escritor; y dramaturga, periodista y escritora. Marcha a París en 1881, y allí reside hasta 1894 trabajando como redactor en lengua francesa de Le Figaro utilizando los seudónimos de Rábagos y Mondragón. Allí escribe su obra París íntimo: impresiones, biografías, instantáneas, retratos y siluetas (1894).
En 1898 de nuevo en Madrid funda la revista Vida Nueva donde se publican los primeros poemas de Juan Ramón Jiménez y al año siguiente intenta conseguir un escaño en el Congreso como representante socialista católico sin lograrlo. Acude con frecuencia al Ateneo. Sigue colaborando en sus últimos años en múltiples publicaciones como El Gato Negro, Barcelona Cómica, Revista Cristiana, El Mundo Naval Ilustrado, La Ilustración Católica, La Ilustración Española y Americana y conserva una sección fija en el Heraldo de Madrid.
Una vasta bibliografía cómica
En la extensa bibliografía de Eusebio Blasco, cuyas Obras Completas abarcan 27 volúmenes, destaca su dedicación a la comedia con 74 obras, entre ellas: La mujer de Ulises (1865), El baile de la condesa (1872), La procesión va por dentro (1873), La rosa amarilla (1877), Moros en la costa (1879), La posada de Lucas ( 1882), Un joven andaluz (1874), Buena, bonita y barata (1880), Esto, lo otro y lo de más allá (1875), El pañuelo blanco, comedia costumbrista…
Blasco fue un gran viajero a lo largo de toda su vida, Italia, Nueva York , Europa Central, San Petersburgo y sobre todo París. Tuvo como amigos a personajes importantes de su época como Julián Gayarre, Juan Prim, Gustavo Adolfo Bécquer, Emilio Castelar, Ruiz Zorrilla, Arrieta…
Fallece joven, a los 58 años en Madrid en su casa de la calle Cervantes de pulmonía el 25 de febrero de 1903. Deja escrito su propio epitafio respondiendo a su sentido del humor:
“Aquí yace un caballero que jamás tuvo caballo y que se murió de risa viendo a sus conciudadanos”.
En el Parque Grande de Zaragoza hay un busto en homenaje a Eusebio Blasco realizado en 1928 por Enrique Anel.
(Servicio de Información Bibliográfica)