En 1905 ganó por oposición la plaza de maestra en la Escuela Pública de Niñas de Horcajo de Santiago (Cuenca) y pocos meses después ganó también la de profesora en la Escuela Normal Superior de Maestras de Bilbao, donde fue nombrada profesora numeraria en la sección de Ciencias. Sin embargo, la toma de posesión no fue inmediata debido a la oposición de la Comisión Mixta de la Normal a su nombramiento y al de otra candidata que también había ganado plaza, Matilde Jove y Canella. Ambas se vieron suspendidas de empleo y sueldo hasta que intervino el Ministerio de Instrucción Pública, que ratificó las plazas obtenidas y levantó dicha suspensión, de modo que pudieron iniciar su trabajo docente, cuyo desarrollo no estuvo exento de suspicacias y recelos por parte de algunos sectores de la institución.
Desempeñó su trabajo fundamentalmente como profesora titular de Física y Química pero también impartió clases de Nociones de Agricultura, Ciencias Físicas y Naturales, Aritmética, Álgebra y Geometría, y Pedagogía, entre otras. En 1908 envió al Ministerio de Instrucción Pública una memoria titulada Bases para la formación del Programa de Ciencias físico‐químicas y naturales en las Escuelas Normales de Maestras para que su enseñanza resulte de una aplicación práctica en la vida de familia.
Casiano había estudiado por su cuenta francés y alemán solicitó una beca a la Junta de Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas (JAE) para cursar estudios en el extranjero. Sin embargo, la JAE consideró adecuado que antes de iniciar esa formación, se la becara para asistir durante seis meses a un curso en el Laboratorio de Análisis Químico, ubicado en la Facultad de Farmacia de Madrid, en el que desarrolló trabajos de prácticos de Química en el Laboratorio de Análisis Químico, ubicado en la Facultad de Farmacia de Madrid, bajo la tutela de los profesores Casares y Piña. Es en este momento cuando es nombrada miembro de la Sociedad Española de Física y Química, en concreto el 4 de marzo de 1912, fecha en la que se aceptaba por primera vez a una mujer.
Una vez finalizada su estancia en Madrid, viajo a Alemania para continuar sus estudios de Química en la Universidad de Leipzig, como pensionada de la JAE. La memoria que redactó a su regreso fue el origen del libro Experimentos de física que publicó en 1915, el primer tratado de física experimental escrito por una mujer.
Una vez finalizada su estancia en Alemania, se reincorporó a la Normal de Bilbao en el curso 1913-1914 y durante los años posteriores fue secretaria de esta institución y miembro de numerosos tribunales de oposición, así como vocal de la Junta de Protección de la Infancia de Vizcaya. Como educadora, profesora y científica, dignificó la enseñanza de las ciencias, transmitiendo una concepción científica a la vez que pedagógica.
Desde 1923 tuvo también a su cargo la Estación Meteorológica de Bilbao del Instituto Geográfico, algo insólito también para una mujer de su época.
Durante la Guerra Civil, el 5 de marzo de 1937 intentó escapar en el buque Galdamés que navegaba desde Bayona (Francia) hasta Bilbao, sin embargo, el navío fue interceptado por el crucero Canarias, perteneciente a la marina franquista y tras la batalla del cabo Machichaco, el pasaje, mayoritariamente exiliados que huían de la guerra fue detenido, algunos encarcelados y otros fusilados. Martina, que viajaba con su hermana, fue sometida a un expediente de depuración y se la suspendió de empleo y sueldo. Más tarde fue enviada forzosamente a la Normal de Cádiz, donde llegó a ser Catedrática Numeraria de Ciencias e impartió clase hasta su jubilación en 1950-51. Falleció en Cádiz en 1958.
En su honor se ha bautizado la Plataforma Científico-Tecnológica Martina Casiano del Campus de Bizkaia, uno de los edificios integrantes del parque científico de la UPV/EHU.
(Servicio de Información Bibliográfica)