También repartía su tiempo con la creación literaria y participaba en tertulias. En esta primera etapa como literato escribió su primera obra Melancolía, publicada en 1872. El 25 de agosto de 1878 se casó en Utrera con Asunción de Sedas y Viguera, con la cual tuvo ocho hijos.

La escritura de Luis Montoto se engloba en una época muy fructífera de la literatura sevillana, perteneciendo a una nueva generación de poetas y novelistas, como Velilla y Rodríguez, Cano y Cueto, Muñoz y Pabón, etc. Fue amigo de Antonio Machado y Álvarez, con quien trabajó en sus estudios sobre el folclore. De esta colaboración nacen los tomos I y IV de la Biblioteca de las tradiciones populares, donde aparecen catorce artículos sobre la vida en un corral de vecinos, bajo el título Costumbres populares andaluzas.

Fue un escritor polifacético que cultivó diversos géneros, entre ellos, la poesía, la novela, el teatro, el cuento, el ensayo y el reportaje periodístico. Estaba fascinado por el lenguaje popular, prueba de ello es su obra Un paquete de cartas, de modismos, locuciones, frases hechas, frases proverbiales y frases familiares, donde nos presenta la fraseología de la cultura andaluza. Posteriormente escribiría Los cuatro ochavos y El duro del vecino, novelas en las que reluce el depurado gusto del autor por el conocimiento del idioma. Estudioso del folclore andaluz, su interés por lo cotidiano y lo sencillo reflejan un profundo conocimiento de sus costumbres.

Fue miembro de las Reales Academias de la Lengua y de la Historia, de Buenas Letras de Sevilla, San Luis de Zaragoza, Ciencias, Bellas Letras y Nobles Artes de Córdoba, Letras Humanas de Córdoba, Instituto de Vizen y otras instituciones. Se le concedió la Orden de Carlos III y la Gran Cruz de Alfonso XII. Fue nombrado cronista oficial de la ciudad de Sevilla en 1914, debido al gran interés que siempre mostró por su ciudad natal.

En febrero de 1929 cesó su actividad literaria, debido al agravamiento de la enfermedad que padecía. Falleció en Sevilla el 30 de septiembre de 1929. Sus restos descansan en el panteón familiar de la Iglesia de San Bartolomé.

(Servicio de Información Bibliográfica)