Rodoreda, Mercè

Rodoreda, Mercè

1908
1983
Imagen
Mujer de medio cuerpo sujetando un libro (INVENT/374)
Lugar de nacimiento
Barcelona
Lugar de fallecimiento
Gerona
Categorías
  • Novelistas
  • Poetas

Escritora catalana, creció en el carismático barrio barcelonés de Sant Gervasi y tuvo que abandonar pronto la escuela para “ayudar en casa”, pero se benefició de un ambiente cultural fomentado por sus padres, grandes aficionados a las artes, especialmente al teatro; y por su abuelo, Pere Gurguí, antiguo periodista y que además de su interés por las letras transmitió a su nieta sus ideas catalanistas. Esto propició que entre sus abundantes lecturas juveniles primarán los autores en lengua catalana, caso de Jacint Verdaguer, Joan Maragall o Josep Maria de Sagarra.

'Con veinte años se casó con un tío suyo y un año después nació su único hijo. Su ansia de independencia la llevó a buscar en la escritura tanto una manera de expresión personal como una forma de ganarse la vida por sí misma. Pronto comenzó a colaborar en la prensa, escribiendo para el semanario Clarisme, además de publicar numerosos cuentos infantiles para Publicitat. En 1932 escribió su primera novela, Sóc una dona honrada?, pero al igual que pasaría con sus siguientes tres novelas, de marcado carácter experimental, más tarde renegaría de esta parte de su obra.

“Y, sobre todo, quiero escribir, necesito escribir; nada me ha dado tanto placer, desde que en el mundo estoy, como un libro mío recién editado y con olor de tinta fresca”.

El inicio de la Guerra Civil supuso un cambio drástico tanto en su vida como en su estilo. En 1937 se separó de su marido y se produjo el asesinato nunca del todo aclarado de Andreu Nin, su amante y líder del partido izquierdista POUM. Pese a que nunca militó en ningún partido y que su pertenencia al sindicato UGT fue obligada, su compromiso con la República era evidente. Por su parte, su obra evolucionó hacia una vertiente más realista, como puede comprobarse en Aloma (1938), primera obra auténticamente madura con la que consiguió el premio Crexells, aunque el resultado no la convenció del todo y treinta años después decidió reescribirla.

En el exilio

Tras el triunfo franquista, decidió exiliarse, para lo que viajó en un bibliobús desde Barcelona a Gerona, para desde allí pasar la frontera hacia Francia junto a su pareja, el escritor Armand Obiols. En su periplo francés se trasladó por diversas ciudades, desde Roissy-en-Brie a Burdeos, pasando por París y Limoges, sobreviviendo a duras penas con su trabajo como costurera. Pero su vena artística no la abandonó, expresándose en la composición de poemas y la pintura de cuadros, además de su pasión por las flores, una constante en su vida y en su obra. En 1954 se instaló en Ginebra, donde Obiols obtuvo un puesto de traductor para la UNESCO, y allí permanecerá hasta 1972.

“He cultivado el olvido de todo aquello que me ha parecido nocivo para mi alma y he cultivado la admiración por las cosas que me hacen un bien”.

Con una patente influencia del modernismo y en especial de Virginia Woolf, en Suiza escribió una parte muy relevante de su obra, empezando por La plaça del Diamant (1962), su intimista y sentido retrato de la República y la Guerra Civil, protagonizada por la inolvidable Colometa, convertida en uno de los personajes más queridos de la literatura catalana. En 1966 llegaría El carrer de les camèlies y un año después el libro de cuentos La meva Cristina i altres contes, que la consolidarían como una de las autoras españolas más importantes del siglo XX. Sin embargo, sus obras de teatro, género que cultivó a lo largo de toda su carrera, nunca llegaron a ser entendidas.

Regreso y reconocimiento

Después de la muerte de Obiols, decidió regresar a Cataluña. Allí terminaría la que es considerada su obra maestra, Mirall trencat (1974), crónica de una familia en la que deslumbra por su audacia estilística y su gran sentido narrativo. Su última obra publicada en vida fue Quanta, quanta guerra… (1980), en la que volvió a tratar la tragedia de la Guerra Civil. Ya convertida en una referencia de las letras catalanas, galardonada con importantes premios literarios y traducida a numerosos idiomas, también alcanzó gran popularidad gracias a las adaptaciones de Aloma y La plaça del Diamant. Murió víctima de un cáncer en 1983, dejando inacabada la novela experimental La mort i la primavera (publicada póstumamente en 1986), en la que llevó su querencia por el simbolismo al extremo.

(Servicio de Información Bibliográfica)

PREMIOS

1937: Premio Joan Crexells de narrativa por Aloma

1948: Juegos Florales de la Lengua Catalana por Món d''Ulisses

1966: Premio Sant Jordi de Novela por El carrer de les Camèlies

1968: Premio Crítica Serra d''Or de Cuentos por La meva Cristina i altres contes

1976: Premio Lletra d''Or por Mirall trencat

1980: Premio de Honor de las Letras Catalanas

1980: Premio Ciudad de Barcelona de Literatura Catalana por Viatges i flors

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