Quel rôle pour les portails dans le “nouveau monde” du Web?
Romain Wenz
La Gazette des archives, ISSN 0016-5522, n. 245, 2017, p. 287-295
En la última década las herramientas de la web se han estabilizado. No ha habido una gran ruptura, como la irrupción de Internet o de los teléfonos móviles. Los grandes principios de la web se han consolidado: acceso inmediato y actualización de la información. Esto es importante para las instituciones patrimoniales, que comparten espacio con otros recursos disponibles en la red. El papel de los portales de los archivos cambia: ya no son puertas de entrada, sino recolectores de datos difundidos abiertamente y explotables por otros servicios. El contenido es el mismo, pero ahora debe ser accesible para usuarios que no conocen los servicios de los Archivos.
Los internautas usan en todas partes lo sistemas de exploración utilizados en los grandes motores de búsqueda de internet. Este sistema horizontal choca con el sistema arborescente tradicional en los archivos. Además, esta búsqueda es finalista, en lugar de ofrecer consejo o referencias para continuar la búsqueda. Por ello, para las páginas comerciales la cuestión de la indexación de los grandes motores de búsqueda es esencial, a la vez en términos de optimización técnica y de claridad de navegación. Desde el punto de vista de los servicios de archivos, hay que adaptarse al entorno en el que las páginas web son consultables de manera aislada, sin conocer el contexto. El primer lugar en contenidos ofrecidos lo ocupan Wikipedia y Facebook, ajenos a las instituciones culturales. Pero los archivos disponen del material necesario para adaptarse a estos nuevos usos. En Francia han invertido en la digitalización masiva (470 millones de páginas disponibles en 2016) con grandes resultados. Son documentos diversos, los más consultados en papel y los más adaptados a una explotación digital. La web es un lujo para quien busca contenidos únicos, y en este dominio las instituciones patrimoniales tienen un valor añadido frente a los sitios generalistas. La apertura a un público más amplio también se ve favorecida porque un mismo documento puede ser consultado por múltiples usuarios simultáneamente, lo que debe facilitar la difusión y el conocimiento de estas instituciones. Sin embargo, la mayoría del público virtual se concentra en los mismos productos culturales. Pero según la teoría de la larga cola el conjunto de los productos “secundarios” también es significativo. Esta teoría se ha extendido a otros conceptos, como el aumento de músicos aficionados que logran visualización a través de la web. En los archivos esto se traduce en una mayor demanda de documentos antes anecdóticos. En lo que respecta a las búsquedas, se ha pasado de ir de lo general a lo particular, de las obras completas al libro preciso, del registro al nombre de persona, a un modelo virtual que busca resultados finales desde el principio. La normalización de datos va en este sentido y los grandes motores de búsqueda lo promocionan. El vocabulario propuesto está disponible y es usado habitualmente por las bibliotecas. Es información estructurada similar a la usada tradicionalmente en archivos, asociando nombres a una página web. Permite detectar objetos raros correspondientes a búsquedas específicas.
Resumen elaborado por Antonio Rodríguez Vela