Juan Jordi Tresserras

PH Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico, ISSN: 2340-7565, n. 107, 2022, p. 142-167

El presente texto, tiene como objetivo describir cómo fue la evolución histórica de España para la inclusión de diversos bienes en la Lista del Patrimonio Mundial, estudiando el procedimiento de las candidaturas aportadas, así como la diplomacia empleada para poder realizar alianzas con otros países después de la dictadura de Franco que impuso un bloqueo internacional. A lo largo del artículo, observamos como España tuvo presente desde hace años la importancia de proteger su patrimonio cultural realizando alianzas y participando en distintos convenios, añadiendo a estas listas de renombre, diversos lugares y bienes que a día de hoy todavía están presentes, y, por ende, tienen un gran reconocimiento a nivel internacional. El autor, nos señala que hay 49 sitios españoles inscritos en la Lista del Patrimonio Mundial, entre los que destaca, el arte rupestre levantino o los diferentes tramos del Camino de Santiago, además, añade una lista que recoge las primeras candidaturas que presentaron para la Lista del Patrimonio Mundial donde observamos: la Alhambra y el Generalife, la Catedral de Burgos, la Mezquita de Córdoba, el Monasterio y Sitio de El Escorial, obra de Antoni Gaudí, la Cueva de Altamira, el Acueducto de Segovia, los monumentos de Oviedo y el Reino de Asturias, la Catedral de León, el Museo del Prado, el tramo de Santo Domingo de Silos, el conjunto monumental de Santiago de Compostela, la Catedral de Jaén, y las Murallas de Ávila. Por último, reflexiona, sobre cómo nuestro país a pesar de las dificultades vividas por la dictadura y los tiempos convulsos actuales, le ha dado la importancia que se merece a la cultura planteándose nuevos retos en el 50 aniversario de la Convención del Patrimonio Mundial.

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