L’age d’or de l’affiche à la Galerie Documents

Laurence Paton

Art et Métiers du Livre, ISSN 0758413-X, nº 368, 2025, pp. 48-55

En los últimos años se observa una revalorización de la cartelería como forma artística, al punto de que instituciones de prestigio como el Musée d’Orsay, por ejemplo, están programando exposiciones que la tienen como foco. Sin embargo, mucho antes de este renovado interés, Michel Romand (1929-2013) ya había dedicado su vida al estudio y a la difusión del cartel de la Belle Époque, llegando a fundar la célebre Galerie Documents parisina. El artículo en cuestión ofrece, en este sentido, un recorrido histórico tanto por la evolución del póster artístico como por la trayectoria de esta institución familiar. El primero en comprender el valor del cartel litográfico fue Edmond Sagot, quien abrió una tienda especializada en este medio. Más tarde, su tataranieto Michel Romand estableció la Galerie Documents, partiendo de una parte de aquella colección inicial, pero también enriqueciendo el fondo con nuevas adquisiciones. Romand sería, de hecho, el único marchante de arte especializado en carteles en la ciudad de las luces hasta la década de 1970, momento en que comenzó a crecer el interés general por el Art Nouveau. En 1978, tras finalizar sus estudios artísticos, su hija Mireille Romand se incorporó a la galería, y desde 1987 hasta la actualidad ejerce como directora. Es ella quien relata a la periodista los criterios de calidad que tiene en cuenta para la compraventa de carteles –id est, la excelencia de la impresión y la adecuada composición tipográfica–, así como el principal desafío de coleccionarlos: la dificultad de conservar un objeto concebido como efímero. Para tal menester, aconseja enrollar los carteles en un soporte especializado y humedecerlos muy ligeramente cuando sea necesario avivar sus colores.

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