La fotografía como memoria histórica y la importancia de su rescate
Merizanda M. C. Ramírez Aceves, Angélica Paulina Arreola Huerta
Revista Interamericana de Bibliotecología, ISSN 0120-0976, Vol. 46, n. 2, 2023
El objetivo de este artículo es explicar el papel de las fotografías en la construcción de la historia de una sociedad, con el fin de resaltar la importancia de su preservación. Es un estudio de corte cualitativo que utiliza un método analítico basado en la investigación documental. El objetivo de este artículo fue explicar el papel de las fotografías en la construcción de la historia de una sociedad, con el fin de resaltar la importancia de su preservación. Es un estudio de corte cualitativo que utiliza un método analítico basado en la investigación documental. La investigación se desarrolló durante el periodo comprendido entre enero del 2018 a mayo del 2019, en la Universidad Autónoma del Estado de México. Se partió de una búsqueda de textos científicos en bases de datos y repositorios universitarios como SciELO, Redalyc y Google Scholar, revistas especializadas de historia y sociología, memorias de simposios y libros. Para la selección de la información se consideraron tres aspectos: 1) el desarrollo de la fotografía como medio para re-tratar la realidad; 2) el análisis de historia y memoria, como conceptos individuales, determinando sus características principales frente al otro, y 3) la conciliación de ambos conceptos a partir de otros que los vincularan tales como memoria histórica o imaginarios colectivos. La fotografía surge debido a la necesidad del hombre de capturar todo lo que lo rodea, este proceso vino a facilitar la obtención de imágenes. La fotografía, pues forma parte de las evidencias visuales que, a su vez, ayudan a reconstruir el pasado (memoria histórica). Las fotografías se insertan como constructoras del imaginario colectivo, pero también como un producto de él, ya que, si bien se desarrolla en la mente, tiende a proyectarse por medio de toda manifestación intangible (ideas y valores) y tangible (monumentos, pinturas, esculturas, libros, foto-grafías, etc.). Por tanto, las fotografías merecen ser conservadas porque ofrecen al hombre la posibilidad de capturar momentos específicos de un tiempo y lugar determinados, hace posible el encuentro con el pasado de una forma visual y estimula la memoria del individuo que observa la imagen, quien, además de las palabras que le relatan un acontecimiento pasado, tiene elementos visuales que lo ilustran, lo cual puede arraigar aún más un recuerdo.