450 aniversario del nacimiento de Lope de Vega
“… Que entre tales riquezas y tesoros, / mis lágrimas, mis versos, mis suspiros / de olvido y tiempo vivirán seguros”
Si nos permitimos la licencia de aislar estos versos del resto del precioso soneto dedicado a Lucinda (en realidad, la actriz Micaela de Luján ), podremos decir que somos afortunados al afirmar desde la Biblioteca Nacional que, en efecto, sus lágrimas, sus versos y sus suspiros, en definitiva, la vida de Lope de Vega contenida en su numerosa obra, descansa en nuestra biblioteca y puede ser consultada y disfrutada por todo aquel que se acerque a ella o que acceda a las digitalizaciones que forman parte de la Biblioteca Digital Hispánica.
En su variada obra de todos los géneros, impresa y manuscrita, se esconde la vida de este gran autor que, en palabras de Felipe Pedraza, fue un “notario lírico de sí mismo (…) Sus versos cultos son plasmación casi inmediata de las tormentas que pasaba su alma. Incluso en la poesía épica o dramática, tan ajenas a la expresión de la subjetividad, encontramos alusiones a sus odios y amores, a los momentos de felicidad o amargura que el destino tuvo a bien depararle”.
Lope cumplió 450 años el 25 de noviembre y en su casa de la antigua calle de Francos, actual calle Cervantes, hoy convertida en museo y a pocos minutos de la sede de nuestra biblioteca, se celebró el día 23 un curso para conmemorar su aniversario en el que la mujer, la gran protagonista de su vida desde el comienzo hasta su final en 1635, estuvo presente en cinco conferencias impartidas por especialistas de primera fila: “Dramaturgas y comediantas. Mujeres y literatura en el Madrid del Siglo de Oro” se tituló, y participaron en él las profesoras Teresa Nava, Nieves Baranda, Evangelina Rodríguez Cuadros y María José Mesa. Como colofón, entraron en escena las mujeres de Lope, que Felipe Pedraza nos trajo a esa habitación en que estábamos reunidos, la misma por la que pasaron algunas de ellas.
Jardín de la Casa Museo de Lope de Vega
Los participantes en el curso, que llenábamos el aforo y que pudimos disfrutar de los conferenciantes mientras veíamos el jardín de Lope tras los cristales, nos trasladamos al mundo femenino del Siglo de Oro, no solo el de las mujeres que pueblan su obra sino el de aquellas que se educaban en las escuelas y los conventos, las que eran destinadas al matrimonio o a la religión, las que se adentraron en un mundo monopolizado por los varones y se atrevieron a escribir comedias. Por allí pasaron las dramaturgas Leonor de la Cueva, María de Zayas, Ana Caro, Ángela de Azevedo, las actrices o “farsantas” con sus técnicas artísticas, y también Belisa, Lucinda, Amarilis… y hasta Sor Marcela de San Félix, hija del escritor y habitante de la casa hasta su profesión en el convento de las Trinitarias.
Ahora que Lope cumple 450 años no está de más recordar que 635 ediciones de sus comedias pueden consultarse y visualizarse digitalizadas en el Portal de Teatro del Siglo de Oro de la Biblioteca Nacional: http://teatrosiglodeoro.bne.es/es/Presentacion/index.html, así como informar de que este portal se está revisando para mejorar sus contenidos, herramientas de búsqueda, formato, etc. para que pueda ser un fiel reflejo de la importante colección que alberga la Biblioteca. Esperamos poder dar la noticia en breve y hacer posible el mejor acceso a esta parcela tan importante de nuestra literatura.
Aparte de la obra teatral de Lope, a través del catálogo de la BNE y de la Biblioteca Digital Hispánica puede accederse a las primeras ediciones de su obra poética, narrativa, épica, epistolar… Sería imposible resumirla toda en esta entrada: además de los numerosísimos estudios que pueden consultarse, es recomendable la visión de conjunto y actualizada que se ofrece en el Diccionario Filológico de la Literatura Española. Siglo XVII, volumen I. Madrid, Castalia, 2010, pp. 743-886.
Muchos de estos libros proceden de la colección de Felipe IV que se encontraba en la Torre Alta del Alcázar, núcleo de la actual biblioteca. La afición del rey por la lectura y el favor que dispensó al escritor dieron lugar a una importante colección de sus obras con alrededor de cuarenta volúmenes, entre ellos las “partes de comedias” publicadas entre 1609 y 1635. El propio Lope describe esa biblioteca en sus Rimas humanas y divinas…: “Ayer vi la librería / don Juan de su Majestad / con tanta curiosidad / que pintada parecía; / si entre tanta monarquía / no puede Naturaleza / extenderse a más riqueza / el saber tanto la excede / que solo el ser sabio puede / añadir a un rey grandeza”.
Y también puede acceder el lector al llamado Códice Daza (Res/284), que la Biblioteca adquirió en diciembre de 2009 y que contiene las primeras versiones de algunas composiciones de la etapa final de Lope. El Códice Daza (su poseedora era la familia Daza de Campos) está formado por cuadernillos escritos por Lope que el Duque de Sessa, su protector, coleccionó y encuadernó. Es uno de los tres códices con borradores autógrafos de Lope que se conservan (los otros son el Códice Durán y el Códice Pidal) y, según la crítica, el más valioso de todos ellos.
De vuelta de la Casa Museo de Lope a la Biblioteca Nacional, después de haber recibido tan provechosas conferencias en honor de su 450 aniversario y a punto de concluir el año en que se han celebrado los 300 de la institución que guarda una gran parte de su obra, invitamos a disfrutar del genial escritor. Qué mejor manera de comenzar que a través del estudio de uno de los conferenciantes, Felipe Pedraza: Lope de Vega: vida y literatura (Olmedo: Ayuntamiento ; Valladolid: Universidad, 2008). Porque, como él mismo afirma: “En casi todas sus obras encontraremos la vida invadida por la literatura y, como corolario, la literatura impregnada de vida”. Buena ocasión esta para acercarse a las dos.
Lope fue un hombre vitalista y un mago prodigioso, capaz de escribir mucho y bien incluso bastante mayor. Este poema que dejo aquí, que no conocía hasta hace poco años, me parece tan moderno como la más reciente poesía. Os lo dejo a todos y sobre todo a Pilar Egoscozábal, la autora de este amable post. Desmayarse, atreverse, estar furioso, Áspero, tierno, liberal, esquivo, Alentado, mortal, difunto, vivo, Leal, traidor, cobarde y animoso; No hallar fuera del bien centro y reposo, Mostrarse alegre, triste, humilde, altivo, Enojado, valiente, fugitivo Satisfecho, ofendido, receloso; Huir el rostro al claro desengaño; Beber veneno por licor suave, Olvidar el provecho, amar el daño; Creer que un cielo en un infierno cabe, Dar la vida y el alma a un desengaño Esto es amor, quién lo probó lo sabe.