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La Biblioteca Nacional de España lleva más de tres siglos recopilando y preservando la memoria de nuestro país. Desde sus orígenes, ha sido una institución comprometida con el conocimiento y la innovación, lo que se refleja en sus continuos esfuerzos por adaptarse a los cambios tecnológicos y digitales.

Uno de los mayores desafíos que enfrenta la Biblioteca Nacional de España hoy en día es el de la gestión y análisis de grandes cantidades de información. Para hacer frente a este reto, la institución ha empezado a utilizar en diversas áreas la Inteligencia Artificial (IA), una tecnología que está revolucionando la forma en que se procesa y analiza la información.

Digitalización

La IA puede ser una herramienta muy útil para acelerar el proceso de digitalización y reducir los costes asociados, mejorar la calidad de las imágenes digitales y automatizar la detección de errores en el proceso de digitalización (páginas en blanco, errores de enfoque en las imágenes digitalizadas, etc.).

Catalogación

La catalogación manual es un proceso laborioso y requiere de un gran esfuerzo por parte del personal de la biblioteca. La IA ayuda a automatizar y acelerar el proceso de catalogación, analizando automáticamente los títulos, autoridades y clasificaciones de los documentos para asegurar que los registros bibliográficos sean coherentes y precisos. También detecta errores o inconsistencias en los registros bibliográficos.

Mejora de la experiencia del usuario

Otra aplicación de la IA en la BNE es la mejora del servicio de atención al usuario. La biblioteca ha implementado chatbots que utilizan IA para responder preguntas y consultas de los usuarios en tiempo real. Estos chatbots son capaces de entender el lenguaje natural y responder con información precisa y relevante.

Detección de plagio

La detección de plagio es un problema cada vez más frecuente en el ámbito académico y científico. En este sentido, la IA puede ser una herramienta muy útil para detectar automáticamente el plagio en los trabajos académicos, localizando fragmentos de texto que se han copiado de otros recursos y alertando al usuario de la existencia de plagio en su trabajo.

Conservación

La IA también está siendo utilizada en la conservación y restauración de los documentos de la biblioteca. Se están desarrollando algoritmos que permiten identificar y corregir automáticamente errores y deterioros en los documentos, lo que reduce el tiempo y los costos de restauración y mejora la calidad del resultado final.

Gestión y análisis de datos

Por último, la BNE está utilizando la IA en la gestión y análisis de datos. La biblioteca recopila grandes cantidades de información sobre sus colecciones, usuarios y servicios, y la IA permite analizar y extraer conocimiento de estos datos de manera eficiente y efectiva.

Desafíos y oportunidades

Aunque la IA ofrece numerosas oportunidades para mejorar la gestión de los recursos bibliográficos, también plantea importantes desafíos. Uno de los principales desafíos es el de la calidad de los datos, ya que la IA requiere de datos de alta calidad y consistentes para poder funcionar correctamente. En este sentido, la BNE está trabajando en mejorar la calidad de sus registros bibliográficos y en asegurar la consistencia y precisión de sus datos.

Otro desafío importante es el de la privacidad y la protección de datos. La IA se basa en el análisis de grandes cantidades de datos, lo que puede plantear problemas de privacidad y protección de datos. En este sentido, la BNE está trabajando en asegurar la privacidad y la protección de los datos de sus usuarios y en cumplir con la legislación en materia de protección de datos.

En conclusión, la IA está revolucionando la forma en que se gestionan y se acceden a los recursos bibliográficos en la Biblioteca Nacional de España. A través de la digitalización, la catalogación, la mejora de la experiencia del usuario y la detección de plagio, la IA está permitiendo a la BNE ofrecer un mejor servicio a sus usuarios y preservar la memoria de nuestro país de una manera más eficiente y accesible. Aunque la IA plantea importantes desafíos, la BNE está comprometida en aprovechar las oportunidades que ofrece esta tecnología para seguir innovando y mejorando sus servicios.

El texto que habéis leído ha sido escrito íntegramente por ChatGPT, el prototipo de bot conversacional con inteligencia artificial que nos está haciendo preguntarnos si nos encontramos ante un punto de inflexión en el desarrollo de la tecnología y su impacto en nuestro día a día.

Desarrollado por OpenAI como gran modelo de lenguaje a partir del GPT-3.5 de OpenAI, se lanzó el 30 de noviembre de 2022 y ya hemos comprobado su potencia, y también sus limitaciones.

El texto que reproducimos es su respuesta, sin conversación previa, a la idea “La Biblioteca Nacional y la Inteligencia Artificial”. Sorprende la capacidad de contextualización, estructuración del mensaje y las ideas propuestas. Algunas son radicalmente erróneas, como la idea de que la BNE está trabajando en la detección de plagio en el ámbito académico. Pero otras son absolutamente acertadas y muy en línea con el contexto y posibilidades de aplicación de IA en las áreas de actuación de la BNE.

¿Qué áreas estamos explorando en BNElab? Algunas de las que ya estamos trabajando o proyectando para un futuro muy cercano son:

• Gestión y análisis de datos.
• Detección de elementos de imágenes: por ejemplo y para empezar, reconocimiento de personas a través de patrones biométricos y algoritmos de reconocimiento facial.
• Reconocimiento automático de entidades, materias, etc. a partir de los corpus textuales.
• Mejora del reconocimiento automático de caracteres (OCR) y reconocimiento de textos manuscritos.
• Transcripción voz-texto-voz.
• Búsqueda semántica (personalizada y personalizable) en los recursos digitales y datos de la BNE.
• Uso de chatbots como asistentes de servicio.
• Realidad aumentada como herramienta para mejorar, enriquecer y personalizar la experiencia de usuarios y visitantes.

Iremos publicando todas las pruebas, análisis y resultados posibles en BNElab, como pruebas de concepto con posibilidades de aplicación en el ecosistema BNE.

Si el momento que vivimos es efectivamente un punto de inflexión, que cambia las reglas del juego de la profesión bibliotecaria, de los fundamentos de la preservación, difusión o utilización del patrimonio… está por ver. Desde luego, está empezando a parecerlo.