Biblioteca Nacional de España, Reglas de catalogación y RDA
Las Reglas de catalogación españolas vieron la luz en 1985 (Monografías y Publicaciones seriadas)-1988 (Materiales especiales) y tuvieron una edición refundida y revisada en abril 1995, y otra en 1999. Supusieron un salto a la modernidad ya que, aunque tomaban en consideración la tradición bibliotecaria española, se atenían estrictamente a las ISBD y a los Principios de París.
El desarrollo de Internet y los avances en el campo de la documentación terminaron por dejar estas reglas parcialmente obsoletas y la Biblioteca Nacional de España se planteó la necesidad de actualizarlas. Sin embargo, la inminente aparición de RDA hizo aconsejable esperar, con el fin de intentar integrarse en unas reglas concebidas en un entorno internacional. En 2009 se decidió empezar a utilizar la ISBD consolidada, recién publicada, para la descripción, continuando el uso de las Reglas de catalogación para el resto de los capítulos.
RDA RDA (Resource Description & Access) suponen un considerable cambio en la estructura de las reglas con respecto a los códigos actuales de catalogación. Son las primeras reglas con posibilidades reales de universalidad, pensadas para el mundo digital, capaces de trabajar en un entorno web y en ámbitos más amplios que las propias bibliotecas. Fue así en su concepción, creación, desarrollo y difusión. En los dos últimos años, se ha intensificado el desarrollo de RDA que ya utilizan algunas bibliotecas importantes en EEUU. Sin embargo, todavía hay que enfrentarse al inconveniente de que algunos códigos con los que RDA tiene necesariamente que interactuar no han experimentado una transformación equivalente. Es el caso del formato MARC21.
La herramienta RDA Toolkit es la herramienta creada por la American Library Association para utilizar la RDA. Se trata de un software que permite trabajar con RDA y con todas las normas, aplicaciones y formatos que se requieren para realizar la catalogación (las propias reglas, MARC, vocabularios, etc). Permite, además, poder utilizar a la vez diferentes plantillas o flujos de trabajo, convirtiendo el trabajo en un todo integrado.
El 13 de junio de 2011 las tres bibliotecas nacionales estadounidenses emiten un comunicado conjunto, que parte del informe presentado por el Working Group on the Future of Bibliographic Control (enero 2008) y en el resultado de los test, por el cual el RDA Test Coordinating Committee recomienda a las tres bibliotecas que adopten RDA bajo ciertas condiciones, una de ellas es que esta implementación no tendrá lugar hasta enero de 2013.
En dicho informe se dan recomendaciones específicas a las tres bibliotecas nacionales, a la comunidad bibliotecaria, al editor de RDA, American Library Association, a los proveedores y además, preparan un cronograma de trabajo a desarrollar en los próximos 18 meses que incluye la recomendación de reescribirlo hasta conseguir un inglés sencillo y la de buscar una alternativa al formato MARC.
EURIG – El Grupo Europeo de Interés de RDA Ante el interés suscitado por las nuevas reglas de catalogación que sustituyen a AACR2, cuatro bibliotecas nacionales europeas, entre las que figura la Biblioteca Nacional de España, se reúnen en verano de 2009, en la American Library Association Annual Meeting e inician la creación de un Grupo Europeo de Interés de RDA .
En agosto de 2010 el Grupo, todavía no formalmente creado, realiza un primer Seminario, previo al comienzo de la reunión de IFLA. En la preparación del mismo se trabaja junto con el Joint Steering Committee para RDA y se presenta un pequeño documento sobre la situación de la Biblioteca Nacional de España respecto a RDA. El 27 de septiembre de 2011 se firma el Acuerdo de cooperación entre las cuatro bibliotecas nacionales.
La BNE convoca una Cita BNE sobre RDA abril de 2010. Ese mismo verano se prepara todo el material para participar de las Pruebas RDA. Para ello generan diferentes documentos y se desarrollan campos MARC específicos. Desde entonces se ha seguido trabajando intensa y continuadamente en el análisis de la base de datos y de sus registros, a fin de establecer la forma en que se puede preparar su FRBRización, que facilitaría el uso de las nuevas reglas. Pero no se ha tomado todavía ninguna decisión definitiva sobre la adopción o no de RDA y todavía queda mucho trabajo por hacer para poder tomarla.
La Biblioteca Nacional de España ha seguido desde el principio y sigue muy de cerca el desarrollo, comprobación y aplicación de la RDA. Es indudable que unas reglas con proyección internacional, que han despertado el interés de los países más avanzados y que posiblemente adopten como reglas nacionales no pueden ser ignoradas por la BNE. Pero la necesidad de contar con un consenso internacional más amplio obliga a la prudencia.