Los retratos y figuras masculinas ilustran esta colección de tarjetas de productos y establecimientos comerciales cuyos principales clientes y consumidores son hombres.  En su mayoría son comercios relacionados con la indumentaria:  la "Gran Sastrería Modelo" ilustra su tarjeta con hombres, jóvenes  y niños elegantemente vestidos; la de "Boina y gorra Sirep" presenta dos jóvenes que cubren su cabeza con productos de la casa; las dos tarjetas de la "Sombrerería de Eustaquio Camino"  presentan los retratos de dos jugadores de cesta punta; la tarjeta de "Modas Nozzoli", siendo una fábrica de sombreros para señora, está ilustrada con la figura de un caballero que, al desplegar la tarjeta, levanta galante su sombrero mientras dice "¡Señora!, Nozzoli le saluda".

También se incluyen las de bebidas con alcohol:  "Ron El guerrillero español”, reproduce la figura de un explorador con un rifle y precedido por un enorme león; las tarjetas de la "Casa Codorníu” tienen recolectores recogiendo uvas y la genealogía de los propietarios de la casa. Los comerciantes de alimentos utilizan figuras muy dispares en sus tarjetas: un sacerdote con un niño de la" Fábrica-modelo de chocolates La España", o la figura de Danton en la tarjeta de la "Confitería de Roldán".

En el resto de tarjetas hay publicidad de diversos comercios: un relojería portuguesa con el retrato seguramente del propietario "Augusto Cesar Dos Santos"; la droguería " La campana" con un tarjeta con movilidad que permite a la figura representada mover el cuello  y volver a su posición normal; o la tarjeta de  los " Baños de Ledesma de R. Falcó y Cª", en la que se muestran a un hombre flaco y enfermizo, antes de visitar este establecimiento y uno mucho más saludable y sonriente, después de salir de estos baños.

En las tarjetas comerciales de una sola hoja la ilustración aparece en el recto y la publicidad en el verso. Los dípticos reparten la imagen y el texto entre la cubierta, la contracubierta y el interior. Dos tarjetas comerciales ("Fábrica-modelo de chocolates La España” y "Confitería de Roldán”) hacen publicidad de sus productos y establecimientos protegidos por Privilegios Reales, como queda reflejado en la frase impresa debajo del escudo real: "Proveedor de la Real Casa". A partir de 1865 empiezan a registrarse las primeras marcas en España. En el caso de la tarjeta de "Ron El Guerrillero Español" donde aparece impresa la frase "Marca Registrada" indicando que el fabricante tiene propiedad de esa marca.

Las tarjetas se presentan en forma de una sola hoja o de dípticos. Hay una plegable y otra que tiene movilidad gracias a un sencillo mecanismo con pestaña y grapas o remaches que permiten mover las distintas partes que la componen. Una de las tarjetas tiene sus bordes troquelados.

Las técnicas más empleadas son la cromolitografía y la tricromía.

En seis tarjetas figuran los datos de cinco talleres de Barcelona ("Gual", "Seix y Barral") y París ("H.Katz y C.ª" y "Bognard").