Organista y teórico de la música, Tomás de Santa María (ca. 1510-1570) trabajó como instrumentista en el convento de los dominicos de San Pablo de Valladolid, pero es conocido sobre todo por su tratado Arte de tañer fantasía, obra dedicada al estudio de la técnica de los instrumentos de tecla. Partiendo de la obra de Diego Ortiz, determina en varias partes las reglas que deben seguirse para la improvisación con instrumentos como la vihuela, el clavicordio, el arpa o la espineta. Por otra parte, tiene la relevancia de ser la primera obra en establecer de forma sistemática un sistema de digitación.