Cerca de 1700 personas han visitado la BNE en su Jornada de Puertas Abiertas 2023
La Jornada de Puertas Abiertas de la BNE, en su edición de 2023, ha sido un rotundo éxito con la participación de 1671 personas, guiadas y coordinadas por unos 100 trabajadores y trabajadoras voluntarios de la Biblioteca, y la colaboración de la Fundación de Amigos de la BNE (FABNE).
Este sábado 22 de abril, enmarcada en las celebraciones relacionadas con el Día Internacional del Libro (23 de abril), la BNE ha celebrado su tradicional Jornada de Puertas Abiertas, un “día de fiesta para esta institución” – como destaca su directora, Ana Santos Aramburo – en el que “este equipo de personas devuelve a la sociedad, con orgullo, lo que esta nos ha dado en custodia, un riquísimo y valioso patrimonio cultural y documental, que es nuestra propia historia”.
Y el público ha respondido. Desde antes de las 8 de la mañana (las puertas se abrían a las 9), y a pesar de la lluvia, los visitantes empezaron su espera junto a la escalinata principal para no quedarse sin entrada. Las localidades se entregaban por orden de llegada y, en menos de tres horas, ya se habían repartido las 1500 entradas previstas. Esta situación llevó a la organización de la BNE a ampliar los grupos y organizar nuevas rutas y guías para responder a las expectativas de todas aquellas personas que se habían quedado sin pase.
Organizados entre labores de guías, coordinación de acceso, explicaciones de los diversos fondos documentales, asistencia a visitantes… los más de 100 miembros del equipo de la BNE explicaron detalles de la historia y funciones de las salas y espacios de trabajo e investigación, y curiosidades de una cuidada selección de fondos bibliográficos colocados en las distintas mesas que conformaban las dos rutas paralelas diseñadas para la ocasión, y que sirvieron para canalizar un continuo flujo de personas, perfectamente coordinado y supervisado por el servicio de Seguridad, para garantizar una visita agradable, que, como coincidían muchas de las opiniones de los visitantes a su salida, “se queda corta y tienes ganas de que te sigan contando”.
Los visitantes destacan siempre la ilusión de poder ver el Salón de Lectura María Moliner o piezas como los manuscritos de Lope de Vega, los grabados de Fortuny y Rembrandt, los mapas portulanos, las curiosidades de los soportes sonoros y el minucioso trabajo de los restauradores y encuadernadores.