En 1862, (en otras fuentes se da la fecha errónea de 1875) se casa con Lorenzo Gómez Quintero y Morado periodista y ex director de El Eco de Galicia, revista semanal sobre ciencias, arte y literatura publicada en La Habana desde 1878 hasta 1902. Tuvieron cinco hijos, una de ellos fue la concertista de piano Emilia Quintero y Calé.

Residió en Madrid durante cuatro años de 1871 a 1875 colaborando activamente en la vida cultural de la capital a través de la sociedad La Galicia Literaria fundada junto con su primo al que estaba muy unida Teodosio Vesteiro Torres, (quien acabó suicidándose un poco más tarde), y a la que pertenecieron figuras ilustres gallegas como Curros Enríquez, Arturo Vázquez Núñez o Francisco Añón, entre otros. Esa tertulia literaria le abrió las puertas para publicar en la prensa de entonces.

En 1875 se muda a Palencia y finalmente a La Coruña, pasando estancias breves en otras ciudades, Vilaboa, Pamplona, Ferrol, etc. motivadas bien por la profesión de funcionario de su marido o también por los conciertos de su hija a la que acompañaba en numerosas ocasiones. Estos cambios continuos influirán también en su obra.

La muerte está muy presente en toda su obra motivada por la muerte de su madre cuando aún era niña, la de su hermano, el suicidio de su primo y por último la de dos de sus cinco hijos. En su poesía llama la atención una serie de poemas dedicados a sus hijas.

Usó siempre el castellano y aunque los temas no eran específicamente gallegos, siempre estuvo muy unida a todo lo relacionado con su tierra.

Horas de inspiración (1867), poesías líricas y religiosas dedicadas a su tierra y a su familia, alcanza incluso una segunda edición en 1875 corregida por la propia autora y Cuadros sociales o pequeñas novelas (1878) son dos de sus obras más famosas. Lazos rotos, drama romántico en tres actos y en verso, fue estrenado en La Coruña en 1883. Crepusculares (1894), libro de versos, Los saboyanos, su novela más larga y De la cima al abismo (drama, 1894) son otras de sus obras a mencionar.

En cuanto a sus colaboraciones en prensa podemos citar entre otras en El Correo de la Moda, El Álbum Ibero-Americano o La Elegancia (Madrid), El Museo (Málaga), Revista Compostelana, La Madre de Familia (Granada), El Mundo Ilustrado y en La Ilustración de la mujer (Barcelona). Su colaboración en la revista Galicia: Revista Universal de este Reino (La Coruña, 1860), fue incluso superior a la de Pardo Bazán.

En 1906 fue elegida académica correspondiente de la Real Academia Galega. Murió en Madrid en 1908.

(Servicio de Información Bibliográfica)