De 1879 a 1891 fue maestra en los Jardines de Infancia, escuela de párvulos donde siguió el modelo de Froebel. En este año consiguió el puesto de inspectora, siendo la primera de su promoción y la única mujer que accedió al cargo. Durante todo este tiempo compaginó su labor como maestra con la escritura.
A su impulso se debió la creación de la primera escuela pública para adultos, la fundación del Centro Iberoamericano de Cultura Popular Femenina y, junto a Carmen Rojo, de las Cantinas Escolares (1902), que funcionaban gracias a donativos particulares y se extendieron lenta pero constantemente. Publicó diversos títulos relacionados con la educación, como Lecturas infantiles sobre naturaleza (1882). Viajó a numerosos países (Francia, Inglaterra, Suiza) para investigar sus sistemas educativos. También destacó en su labor como conferenciante, como quedó de manifiesto en su obra Artículos y conferencias (1905). Escribió libros pedagógicos y tradujo obras del francés.
En sus escritos mostró su ideario krausista, como demuestra su obra más importante, Escuela de niñas (1890), de una gran modernidad y que sirvió como manual para formar maestras.
Organizó la Escuela de Madres de Familia (1906), donde aunaba pedagogía y gastronomía, proponiendo la cocina como remedio para solucionar problemas familiares, tesis que defendió en La cocina de la madre de familia (1908), escrita en colaboración con su hermano Eduardo, catedrático de pediatría. También escribió numerosos artículos, demostrando sus amplios conocimientos sobre educación, en diversas publicaciones como La escuela moderna, La voz de la mujer, El magisterio español…
Jubilada en 1926, tres años más tarde publicó Compendio de la historia de España, libro de texto para las escuelas, y Cocina española y cocina dietética, con prólogo de Gregorio Marañón. Durante la II República se dio su nombre a un grupo escolar de Madrid, pero fue suprimido tras la Guerra Civil.
(Servicio de Información Bibliográfica)