En 1848 se casa con Joaquín Sanjuán, farmacéutico; obtiene el título de maestra superior y se desplazan a Lérida, donde ella ejerce su profesión en un colegio de niñas desde 1849 a 1856. Enviuda muy joven, a los 30 años, y abandona Lérida al ser destinada a la escuela de San Juan de Vilasar y posteriormente, en 1861 a la de Manresa. En 1862 marcha a Barcelona, donde dirige la Escuela Práctica Agregada a la Normal de Maestras durante más de 20 años.

Feminista con ideas conservadoras, defiende a lo largo de su vida la dignidad de la mujer, la labor de las maestras, la igualdad en la educación de niñas y niños, la mejora en las condiciones de vida de las mujeres, los ejercicios de educación física de las niñas evitando la vida sedentaria, la igualdad salarial de hombres y mujeres de su profesión en contra de lo establecido por la Ley Moyano de 1857, y las creencias cristianas. Imparte estas ideas en la escuela a las múltiples generaciones de niñas a las que educa.

Además de su labor como maestra, realiza colaboraciones en diarios y revistas como El Ángel del Hogar, La Educación, El Magisterio Español, Los Niños, Llar, La Voz de la Caridad, El Monitor de Primera enseñanza. Participa también en obras colectivas como: Corona fúnebre de los españoles (1863), El Almanaque Bastinos, Álbum poético infantil. Colección completa de poesías selectas de los mejores autores antiguos y modernos (1890-1895), La educación de la mujer. Tratado de Pedagogía para las aspirantes al magisterio y para las maestras de primera enseñanza (1896), en colaboración con el también pedagogo Jaime Viñas Cusí, su segundo marido.

Prácticamente toda su extensa obra está enfocada al público infantil teniendo como temática la educación sobre todo femenina, la moral cristiana y la devoción y creencia religiosa. Muchas de sus obras se reeditan un gran número de veces y sirven como base para los textos utilizados en las escuelas y no solo en las españolas. Algunas de sus obras: Los albores de la vida (1863), Lecciones de economía doméstica para las madres de familia (1865) uno de los mayores éxitos de la autora, Nuevo Fleury. Narrativa educativa para el uso de la escuela de primera enseñanza (1872), Los deberes maternales. Cartas morales de una maestra a una madre de familia sobre la educación de la mujer (1875) prologada por Fernán Caballero, El trovador de la niñez. Colección de lecturas en verso para ejercitarse los niños en la lectura de poesía (1875) lectura obligada en muchas escuelas españolas, Flora o la educación de una niña (1881), El primer libro de las niñas. Método de lectura corriente (1883), Breve tratado de urbanidad para las niñas (1884).

Recibe a lo largo de su vida numerosos reconocimientos: en 1868, la Junta Provincial de Instrucción Pública de Barcelona le otorga el Diploma de Mérito; la Sociedad Barcelonesa de Amigos de la Instrucción la nombra socia honoraria por sus primeras obras; en 1872 recibe una de sus obras la Medalla de Oro en la Exposición Universal de Barcelona y en 1881, su obra Flora o la educación de una niña recibe un premio en el certamen pedagógico de “El Profesorado” de Granada.

El 18 de noviembre de 1899 fallece en Barcelona con un amplio reconocimiento por su labor como educadora de las niñas de la segunda mitad del siglo XIX.

(Servicio de Información Bibliográfico)