Rusiñol, Santiago
Rusiñol, Santiago
- Artistas plásticos
- Dramaturgos
- Ensayistas y prosistas
Pintor, escritor y dramaturgo catalán, pertenecía a una familia bien establecida dedicada al sector textil con base en Manlleu. Quedó huérfano siendo un niño y permaneció bajo la tutela de su abuelo Santiago, quien marcaría su carácter para bien y para mal. Desde muy pequeño manifestó su inclinación por el arte y pronto quedó clara su facilidad para el dibujo, participando en su primera exposición en 1878. Aunque tuvo que hacerse cargo de la dirección de la empresa familiar, tras la muerte de su abuelo traspasó la responsabilidad a su hermano y él se dedicó plenamente al arte.
Pintor, escritor y dramaturgo catalán, pertenecía a una familia bien establecida dedicada al sector textil con base en Manlleu. Quedó huérfano siendo un niño y permaneció bajo la tutela de su abuelo Santiago, quien marcaría su carácter para bien y para mal. Desde muy pequeño manifestó su inclinación por el arte y pronto quedó clara su facilidad para el dibujo, participando en su primera exposición en 1878. Aunque tuvo que hacerse cargo de la dirección de la empresa familiar, tras la muerte de su abuelo traspasó la responsabilidad a su hermano y él se dedicó plenamente al arte.
Su primera época estuvo marcada por los paisajes, en los que apenas aparecían seres humanos, a lo que también contribuyó su actividad como excursionista. Tras viajar por España y Europa, tuvo su primera exposición individual en Olot e inició la que sería una larga colaboración con la Sala Parés, además de frecuentar el famoso e influyente restaurante Els Quatre Gats, centro intelectual del modernismo catalán.
En 1886 se casó con Lluïsa Denís, y en el viaje de novios quedó deslumbrado por París. Para mejorar su formación, en 1888 realizó un viaje a Italia, donde se familiarizó con los grandes maestros. El año siguiente se separó de su mujer y se instaló en Francia, donde conoció a Utrillo, Zuloaga y Ramón Casas, quien se convertiría en su gran amigo y compañero de aventuras, como la famosa gira en carro que realizaron por tierras catalanas. Ambos, junto al escultor Enric Clarasó, realizaron varias exposiciones conjuntas a principios de la década de los 90.
A partir de entonces, su pintura se acercó al Naturalismo y comenzó a realizar retratos de gran intuición psicológica. También es más perceptible su dominio de la luz y en la creación de atmósferas. En 1891 visitó Sitges, que a partir de entonces sería uno de sus centros creativos. Allí se instaló en el Cau Ferrat, taller de pintura y más tarde museo, donde reunirá su importante colección de antigüedades y piezas en hierro. Sitges también fue sede de las Fiestas Modernistas que organizó entre 1892 y 1895 y allí se erigió una estatua en homenaje a El Greco, uno de sus artistas preferidos, gracias a su iniciativa.
El redescubrimiento de Granada en 1895 fue fundamental en su trayectoria, ya que allí encontró juntos romanticismo y clasicismo. La influencia de los postimpresionistas, de los maestros italianos, de Velázquez y especialmente de Whistler ya habían marcado un cambio de tono, pero fue entonces cuando se especializó en la pintura de jardines, la cual se convirtió en su marca de estilo y le granjeó gran fama tanto en España como en Francia, convirtiéndose en una de las figuras señeras del modernismo. Otros lugares especiales para el pintor fueron Aranjuez y Mallorca, que aparecieron retratados en el libro de 1903 Jardines de España, una cuidada edición de 40 de sus cuadros.
También prolífico escritor, su carrera en las letras comenzó cuando escribió algunas poesías en prosa, reunidas en Anant pel món (1896) y narraciones también de aire lírico en Fulls de la vida (1898), además de sus artículos de crítica artística para La Vanguardia. Aunque se lo tomaba como un pasatiempo y estos primeros textos denotan tanto dejadez como facilidad para la escritura, son una impagable muestra de literatura modernista que reflejan a la perfección una época y un estilo.
En cualquier caso, sus mayores éxitos literarios tuvieron lugar en el teatro, donde supo romper con el localismo que hasta entonces caracterizaba la dramaturgia catalana, para dotarla de un cosmopolitismo y una veracidad hasta entonces inéditas. Tras unos flojos inicios, supo encontrar su camino con L’ alegria que passa (1897), a la que siguieron grandes éxitos como El místic (1903), atacada por las nuevas generaciones, que la consideraban anticuada, pero que como muchos otros de sus dramas gozó de gran repercusión en España, Europa e Hispanoamérica.
Su obra más conocida, la que es considerada su mayor logro y que todavía en la actualidad se sigue representando es L'auca del senyor Esteve (1917), versión teatral de una novela previa que supo recrear con humanismo y ternura un arquetipo basado en su abuelo Santiago y que ha pasado a ser una figura más del acervo catalán. Pero más allá de su tierra natal, Rusiñol disfrutó del mismo reconocimiento literario que artístico, y vio sus obras traducidas a numerosos idiomas, incluyendo francés, inglés, italiano e incluso esperanto.
Ya muy enfermo, se empeñó en viajar a Aranjuez para seguir pintando. Pudo cumplir su deseo y falleció en la ciudad madrileña en la primavera de 1931.
(Servicio de Información Bibliográfica)
Cronología
Nace el 25 de febrero en Barcelona
Se instala en Sitges y crea el taller Cau Ferrat
Estrena L’ alegria que passa
Publica Jardines de España
Fallece en Aranjuez el 13 de junio
Participa en su primera exposición
Viaja a Granada y se consolida como artista reconocido
Publica Fulls de la vida
Estrena L'auca del senyor Esteve