Michel Melot

BBF. Bulletin des Bibliothèques de France, Vol. 50, n. 5, 2005

Los archiveros, bibliotecarios y documentalistas tienen competencias, misiones , intereses y objetivos comunes. Hay que asumir la evolución, la interrelación y la flexibilidad de las tres profesiones que tratan el documento en su materialidad, cualquiera que sea su soporte y su contenido, sin juicios morales ó intereses financieros, frente al desarrollo de las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación que hay que mantener en su conjunto para el futuro de la democracia, de la cultura y de la sociedad. Estas profesiones tienen en común tres desafíos: 1) La preservación de la diversidad frente a la concentración de los poderes de la industrialización y frente a la comercialización de las herramientas de comunicación. 2) La lucha contra la marejada de informaciones efímeras en provecho de la transmisión a largo plazo: La humanidad busca conservar las huellas de su pasado. 3) El dominio de los metalenguajes que permiten administrar los modos de acceso al saber. Es aquí dónde se sitúan sus competencias; no son ni autores, ni profesores , ni comerciantes, ni ingenieros; pero si expertos en gestionar los modos de acceso al saber. Estas competencias adquiridas en razón de su práctica analítica y crítica sobre la naturaleza del documento, son las que la nueva generación espera. El papel del archivero , bibliotecario y documentalista permanece esencial y evolucionando y hay que consolidarlo.

Resumen elaborado por: María Jesús Maestre Adán