Alana M. Nuth

Collection Management, ISSN 1545-2549, Vol. 43, n. 3, 2018, p. 209-222

El aumento en los costes de las suscripciones a recursos electrónicos es un problema para las bibliotecas de investigación. Para afrontar la disminución de suscripciones minimizando el impacto las bibliotecas han desarrollado estrategias consistentes en la cancelación de proyectos, la revisión de la colección y la utilización de nuevos instrumentos de evaluación.

La biblioteca de la University of Vermont decidió ejecutar un nuevo sistema de evaluación basado en una puntuación que aúna evidencias cualitativas y cuantitativas con un criterio objetivo. Su base está en decidir hasta qué punto un recurso es útil para ayudar a la investigación y la docencia en la Universidad, permite acceder a contenido único y si su uso justifica su precio. También se tiene en cuenta la opinión de los bibliotecarios responsables respecto al valor que tienen los recursos. A cada recuso se le asigna un puesto por cada uno de estos criterios, que se calibra dándole diferente peso a cada uno de ellos, siendo los más importantes su utilidad para la investigación y la cantidad de contenido único que proporciona. Estos criterios se valoran del uno al diez, mientras los otros pueden puntuarse del uno al cuatro. Con la puntuación otorgada, se dividió a los recursos en tres categorías: no esenciales, relevantes y esenciales. Este sistema permite tomar decisiones para la renovación de la colección de una manera objetiva.

Resumen elaborado por Antonio Rodríguez Vela