Rediseñar el presupuesto para materiales de las bibliotecas académicas en la era digital: aplicar el poder de la clasificación facetada a la gestión de fondos para adquisiciones

Rediseñar el presupuesto para materiales de las bibliotecas académicas en la era digital: aplicar el poder de la clasificación facetada a la gestión de fondos para adquisiciones
29 de Julio de 2020

Redesigning the Academic Library Materials Budget for the Digital Age: Applying the Power of Faceted Classification to Acquisitions Fund Management

 

Maria Savova, Jason S. Price

Association for Library Collections & Technical Services, ISSN 0024-2527, vol. 63, n. 2, 2019, p. 131-142

La tesis de este artículo es que los problemas presupuestarios de las bibliotecas, combinados con los cambios producidos por la implantación de recursos electrónicos, requieren la optimización de las estructuras presupuestarias para la compra de materiales en las bibliotecas académicas con el fin de afrontar estas cuestiones de manera más efectiva. De manera más específica, los autores abogan por una expansión del estándar bidimensional de los presupuestos de estructura jerárquica (basado en materia y tipo de contenido) a una estructura facetada con cuatro dimensiones que también distinga los recursos por formato (impreso o electrónico) y modo de adquisición (suscripción, compra, etc.).

Mientras que la mayoría de los presupuestos actuales se ocupan del formato y el modo de adquisición hasta cierto punto, el diseño de un presupuesto facetado permite que estos cuatro aspectos clave de gastos de adquisición sean tratados de manera particular para cada recurso en todas las tablas de contabilidad. Más allá de esta ventaja, el diseño facetado proporciona una comunicación más poderosa y flexible y aboga por unos intercambios de opiniones que intensifiquen las peticiones de adquisiciones de la biblioteca de las que se encargan los administradores del presupuesto. Con este nuevo modelo de presupuesto facetado en cuatro dimensiones, las bibliotecas pueden analizar las actuales asignaciones presupuestarias; inspeccionar los fondos discrecionales remanentes en el curso fiscal actual; y crear previsiones de necesidades presupuestarias para varios años. La estructura facetada puede ser fácilmente personalizada para ayudar a cualquier biblioteca académica en situaciones únicas. En conclusión, se pueden identificar numerosos beneficios de un presupuesto con estructura facetada: clarifica la responsabilidad de la biblioteca en los recursos institucionales; facilita tanto la comunicación interna como externa; proporciona un mejor control del gasto a lo largo del año; establece una estructura para el proceso de asignación presupuestaria anual, permitiendo una mayor transparencia en la toma de decisiones; y ayuda a una planificación a largo plazo y a la incorporación de objetivos estratégicos dentro del presupuesto.

https://journals.ala.org/index.php/lrts/article/view/6725

Resumen elaborado por Antonio Rodríguez Vela

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