Las competencias básicas en materia de información en el contexto de la universidad del siglo XXI

Las competencias básicas en materia de información en el contexto de la universidad del siglo XXI
6 de Noviembre de 2020

Julio Alonso-Arévalo, Rosa María Saraiva

 

Información, cultura y sociedad, ISSN 1851-1740 (en línea), ISSN 1514-8327 (impresa), n. 42, 2020

Este artículo destaca la importancia de la alfabetización informacional como eje fundamental de la sociedad y las bibliotecas del siglo XXI. Se describe el concepto ALFIN e incide en que es indispensable tener competencias en el manejo de la infor­mación para aprovechar todas las posibilidades que ofrece la llamada sociedad del conocimiento y la información. Se exponen algunas de las contribuciones más innovadoras en torno a un conjunto de aspectos esenciales que están configurando un nuevo concepto de biblioteca más centrado en el usuario y en sus necesidades, y en los servicios que en las colecciones.

Las bibliotecas son un activo valioso para la comunidad en términos de compromiso social, capacidad de aprendizaje y desarrollo económico de su entorno. Para ello deben ser ágiles, creativas y, sobre todo, involucrarse en el aprendizaje. Con el surgimiento de la era digital, el mundo de la información ha cambiado radicalmente. El contenido disponible en la Web y en los medios digitales ha cambiado el funcionamiento y la gestión de la biblioteca, lo que está llevando a un cambio en las habilidades profesionales de los bibliotecarios. La biblioteca universitaria y el bibliotecario son parte interesada y socios de confianza en el nuevo ecosistema de aprendizaje superior a través de las tareas de formación, asesoramiento y alfabetización en habilidades informativas sus estudiantes e investi­gadores. Se analiza la cultura de la información en la universidad con los espacios de aprendizaje informal que ya están presentes en muchas de ellas: las llamadas “aulas invertidas” y el “aprendizaje activo”. El papel que puede desarrollar la biblioteca universitaria es crucial en lo relativo a las competencias transversales necesarias para lograr este objetivo. Se destacan importantes informes que avalan esta tendencia educativa. Estamos ante un nuevo ecosistema de información en el que los bibliotecarios de hoy asesoran y proporcionan información valiosa sobre el potencial de la información y la tecnología para apoyar un entorno de aprendizaje más eficaz. Se define, describen las tareas y los objetivos a conseguir de la figura del “bibliotecario como consultor”, bibliotecarios que ayudan a los estudiantes a lograr mejores resultados en sus carreras académicas. Se destaca la importancia del espacio en la era del conocimiento como una de las estra­tegias fundamentales de esta “nueva” biblioteca. Se están rediseñando los espacios para adaptarlos a las nuevas necesidades de los estudiantes y a las nuevas formas de aprendizaje, creando centros polifacéticos. Esta transformación espacial forma espacios flexibles que se adapten a las nuevas necesidades y a los nuevos conceptos de aprendizaje a través de laboratorios o espacios creativos (makerspaces). Todas estas tendencias pueden afectar a la planificación de bibliotecas, colecciones y servicios y a la forma en que las bibliotecas evalúan su éxito.

http://eprints.rclis.org/40040/

Resumen elaborado por Anabel Cortés García

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