Bibliotecas y bibliotecarios: presente y futuro

Bibliotecas y bibliotecarios: presente y futuro
28 de Abril de 2023

Óscar Arroyo Ortega

Boletín de la Asociación Andaluza de Bibliotecarios, ISSN 0213-6333, Año n. 37, n. 124, p. 32-39

 

En el marco de la Mesa redonda Bibliotecas y bibliotecarios: presente y futuro incluida en las XXI Jornadas Bibliotecarias de Andalucía, celebradas en noviembre de 2022, se pregunta a Óscar Arroyo Ortega, jefe de Servicio del Libro, Archivos y Bibliotecas de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, sobre la situación actual de las bibliotecas y sus profesionales en España. Óscar Arroyo señaló que, aunque las bibliotecas han evolucionado mucho en los últimos 30 años, no todas lo han hecho y la evolución alcanzada no es suficiente. Ahora las bibliotecas necesitan un nuevo cambio, totalmente disruptivo, en los espacios y servicios que ofrecen a los ciudadanos para seguir siendo relevantes. En cuanto a los perfiles profesionales, Arroyo ve un perfil tradicional junto a bibliotecarios de vanguardia, a veces demasiado aislados y a asociaciones y colegios profesionales con un objetivo claro en la transformación de las bibliotecas y sus profesionales conforme la sociedad avanza. Señala que sigue habiendo demasiados profesionales que se encuentran en precariedad laboral y los servicios de calidad van de la mano de profesionales reconocidos. Preguntado si los actuales grados universitarios se ajustan a los perfiles bibliotecarios demandados por las bibliotecas, encuentra que los estudios habitualmente se han centrado en aspectos excesivamente técnicos cuando lo que se necesita ahora son las aptitudes y habilidades denominadas blandas. Se preguntó por las causas por las cuáles las empresas y las distintas administraciones realizan convocatorias en las que no se solicita titulación específica relacionada con las áreas de la gestión de la información y la comunicación. Arroyo cree que como colectivo nos vendemos mal y que en el marco de la administración es exigible que el temario y el proceso selectivo se adapten a las funciones generales del bibliotecario de hoy día para cada categoría. Es decir, esté actualizado y permita seleccionar a las personas más adecuadas, más creativas, proactivas y resolutivas; no a aquellas con una mayor capacidad memorística. Se plantea la situación actual en la que se presentan pocos candidatos a las convocatorias y en la que muchas plazas quedan vacantes. Según Arroyo las causas están en que las expectativas de los puestos y la carrera profesional subsiguientes son decepcionantes a priori, los procesos selectivos son anacrónicos, los salarios, en relaciones con la exigencia de los procesos selectivos, son extremadamente insuficientes y las nuevas generaciones que no ven la seguridad laboral que ofrece la administración, un incentivo que merezca la pena. En las plazas que se convoquen en el futuro la selección de personal será fundamental, profesionalizando el diseño de los procesos. En el ámbito público, las administraciones autonómicas deberían contar entre sus competencias con la de asistir a los municipios en estos procesos de selección. Paralelamente a esto, es necesario recuperar el modelo de becas y prácticas reales que permitan dar los primeros pasos a los futuros profesionales. Por último, se pregunta que tendría que pasar para que los servicios bibliotecarios fueran homogéneos y llegaran a todos los ciudadanos. Para Arroyo sería necesaria la renovación de una amplia parte de las legislaciones bibliotecarias autonómicas, muchas de las cuales tiene hoy más de 30 años de vigencia y suponen una limitación real al desarrollo bibliotecario de sus territorios.

 

 

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