Día Mundial de la Fotografía: ¿Cómo se obtenían las copias?
La Biblioteca Nacional de España celebra, el próximo sábado 19 de agosto, el Día Mundial de la fotografía. Este mismo día, pero del año 1839, Louis Daguerre (1787-1851) vendió la patente del Daguerrotipo al Estado francés, quedando por tanto liberada la oportunidad de que cualquier persona pudiera usar su invento. Es el primer paso para que la fotografía lograra ser un arte al alcance de todos y la razón por la que, en 2010, se eligió esta fecha para su conmemoración.
Si la fotografía pudiera tener dos padres, con permiso de Abū Ibn al-Haytham (responsable del primer diseño de una cámara oscura), Daguerre sería uno de ellos. Junto a él estaría Niépce (1765-1833), considerado el autor de la primera imagen fotográfica conservada: Point de vue du Gras (1826). No hablamos de una paternidad figurada. En diciembre de 1827 tiene lugar el primer encuentro entre ambos creadores y, tras dos años intercambiando ideas por correspondencia, Niépce le ofrece a Daguerre formar una asociación que contribuya al desarrollo de la heliografía. De dicha empresa nace, en 1832, un nuevo método fotográfico: el fisautotipo. Su relación, personal y profesional, finaliza con la muerte de Niépce, lo que permite a Daguerre investigar sobre su nuevo artefacto.
Aparato para “revelar” la placa daguerrotípica sometiéndola a vapores de mercurio. El Daguerotipo: explicación del descubrimiento que acaba de hacer, y a que ha dado nombre M. Daguerre publicada por el mismo y traducida por D. Eugenio de Ochoa
El contrato que ambos habían firmado estipulaba que: “En caso de fallecimiento de uno de los asociados, éste será remplazado en la dicha sociedad, durante los diez años restantes, por aquel que lo remplace naturalmente”, y éste fue su hijo, Isidore Niépce. Incapaz de reproducir el procedimiento de su padre, Daguerre comienza un nuevo procedimiento que denominaría, en 1839, Daguerrotipo y que produciría imágenes en solo unos minutos. La heliografía y el fisautotipo quedaron, de este modo, reemplazados antes de haber sido divulgados. Ante ello Isidore publica, en 1841, Historia del descubrimiento impropiamente llamado daguerrotipo, precedido de una reseña de su verdadero inventor Joseph-Nicéphore Niépce.
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Louis Daguerre descubrió un proceso que permitía obtener un positivo directamente desde la cámara. El soporte de la imagen era una placa de plata o de plata y cobre, sin emulsión. El revelado se realizaba con vapor de mercurio y el fijado con una solución de cloruro sódico. No obstante, no es el único procedimiento que permitía producir un positivo como original de cámara. James Ambrose, en 1854, patenta el ambrotipo. Su soporte era cristal emulsionado con colodión húmedo; como agente sensibilizador se usaba el yoduro de plata; se procesaba con sulfato ferroso más ácido nítrico y se fijaba con cianuro potásico. Por su parte Hamilton Smith, en 1856, desarrolla el ferrotipo. El soporte de este positivo directo era una placa de hojalata lacada en negro por ambas caras y emulsionada con colodión húmedo. El agente sensibilizador usado era el colodión yodado sumergido en nitrato de plata. Se procesaba en sulfato ferroso y ácido nítrico y se fijaba con cianuro potásico. Daguerrotipos, ambrotipos y ferrotipos eran piezas únicas, es decir, no permitían la copia.
En 1839 aparece en Inglaterra el sistema negativo-positivo de William Henry Fox Talbot, que permitiría realizar copias en una gran variedad de tamaños. Este primer proceso fue el denominado calotipo.
Principales procesos fotográficos negativos del s. XIX
A pesar de que Walter Benjamin nos advertía, casi un siglo después, de la pérdida de aura que implica la reproducción de una fotografía, el proceso de negativo-positivo nació con ese mismo objetivo, conseguir varias copias de una misma imagen. Desde 1839 se fueron descubriendo, y poniendo en práctica, distintos procesos para logar tan preciado objeto:
Es el primer proceso en papel que seguía el proceso de Henry Fox Talbot. Consistía en sumergir una hoja de papel en una solución de cloruro de sodio (sal común) y, tras secarla, se extendía sobre ella una solución de nitrato de plata para sensibilizarla. Esta se colocaba bajo un negativo en una prensa de contacto y se exponía a la luz solar, obteniendo una imagen positiva de ennegrecimiento directo. Finalmente se lavaba con agua y se fijaba con una solución de cloruro sódico. Mediante este proceso, la imagen resultante quedaba embebida en las fibras del papel.
Entre 1840 y 1848 John Herschel desarrolló este proceso, que fue usado sobre todo en el copiado de planos. Era también un proceso de ennegrecimiento directo. El papel de copia se impregnaba uniformemente con una mezcla de amonio, citrato de hierro y ferrocianuro potásico. Se dejaba secar y, en contacto con el negativo, se exponía a la luz, finalmente se lavaba y se obtenía el positivo.
Louis Desiré Blanquart Évard, en el año 1850, descubre un proceso de ennegrecimiento directo de dos capas (hasta ese momento los procesos eran de una sola capa). El papel, extremadamente fino y de alta calidad, se empapaba de albúmina. Ésta se obtenía a partir de batir claras de huevo con sal, una vez trata y tras el secado, se sensibilizaba con cloruro de sodio o de amonio más nitrato de plata y se exponía a la luz, se lavaba y por último se fijaba con tiosulfato. Generalmente se viraba, no solo para otorgar una gama tonal a la imagen en blanco y negro, sino para aumentar su duración.
Papel colodión de ennegrecimiento directo
Desarrollado por Wharton Simpson en el año 1865, este proceso consiste en un ennegrecimiento directo de tres capas de papel. Como sensibilizador se utilizaba el cloruro de plata y las copias se producían por contacto con el negativo tras una exposición a la luz. El fijado se realizaba con tiosulfato. La imagen final aparece suspendida en una emulsión de colodión y, al contrario de los otros procesos, las fibras del papel no eran visibles. Esto se debía al sulfato de bario que se usaba como recubrimiento de una de las capas.
Aún en uso, este proceso fue inventado por Wil Willis y Alfred Clements entre 1873 y 1879. El papel se sensibilizaba con una solución compuesta por oxalato férrico y cloro-platino potásico, aplicada con un pincel plano. Se realizaba una exposición por contacto, consiguiendo que los rayos solares transformaran el oxalato férrico en sal ferrosa. Esta sal a su vez se descomponía produciendo el platino metálico que formaba la imagen. Para fijarla se utilizaba una solución de ácido clorhídrico.
Papel gelatina de revelado químico
A finales del s. XIX la producción fotográfica iba en aumento, esto impulsó la comercialización, en 1881, de los papeles de gelatinobromuro de plata. Este proceso consistía en un revelado químico de un papel de tres capas: clorobromuro de plata mezclado con gelatina, barita y el propio papel. Este permite una mayor duración de la imagen ante los deterioros más comunes de los procesos de copia. En 1968 se sustituyó la barita por el papel RC (resin coated), papel plastificado de doble hoja que incorporaba sobre cada una de sus caras una capa de polietileno.
Laura Alonso Arce
Webgrafía:
¿Por qué se celebra el Día Mundial de la Fotografía cada 19 de agosto?, en El Comercio (2016)
Isidore Niépce y Daguerre, en Maison Nicéphore Niépce
Daguerre y la invención de la fotografía, en Maison Nicéphore Niépce
Procedimientos fotográficos, en Centro de Fotografía de Montevideo