El taller de escritura de Rosa Montero
El deseo de un autor literario de entregar a una institución todos los materiales que le han acompañado a lo largo de su vida personal o profesional es siempre motivo de alegría para los investigadores, porque, además de ser un acto de generosidad, refleja la preocupación por salvaguardar documentos interesantes por lo que representan en el panorama cultural español.
La escritora y periodista Rosa Montero donó a la Biblioteca Nacional de España su archivo personal en 2014 (*) y hoy ya puede consultarse en la Sala Cervantes, ofreciendo a los estudiosos de su obra la oportunidad de aproximarse al proceso creativo de escritura de sus novelas, así como conocer escritos inéditos. El archivo consta, además, de documentos personales, premios, homenajes, correspondencia, cuadernos de notas personales y profesionales, adaptaciones y tesis relacionadas con su obra, documentos sobre la difusión comercial y la recepción critica de su obra, entrevistas y dosieres de prensa, etc. Estos documentos nos permiten seguir y evaluar la evolución literaria de la autora desde los inicios de su carrera en los años ochenta hasta 2008. Al mismo tiempo, muestran la relación de Montero con su entorno cultural e intelectual, además de informar sobre la recepción de sus obras no sólo a nivel nacional sino también a nivel mundial. Todas estas informaciones se documentan en la correspondencia mantenida con sus editores, lectores y amigos, en las entrevistas sobre sus trabajos, en su intensa participación en ferias literarias y en las entrevistas que la misma autora hace a personajes de gran prestigio, tales como el escritor israelí Amos Oz.
Los cuadernos de notas personales y profesionales (1982-2008) constituyen, sin duda, la parte más interesante del archivo, ya que, junto con los borradores, nos brindan la posibilidad de observar la evolución de la obra, el proceso creativo y las estrategias de escritura que se hallan tras sus novelas, es decir, cómo Montero piensa, planea y ejecuta la escritura de sus libros. Asimismo, en el archivo encontramos cuadernos de notas, cartulinas de colores y borradores con correcciones de dos novelas: La loca de la casa e Instrucciones para salvar el mundo. Hablando del proceso de escritura de sus novelas Rosa Montero explica en La loca de la casa lo siguiente:
Aunque cada autor tiene su ritmo, la redacción de una novela es un proceso muy lento; yo suelo tardar tres o cuatro años. De ese tiempo, la mitad lo empleo en desarrollar la historia dentro de mi cabeza, tomando notas a mano en una infinidad de cuadernillos. Cuando ya creo tener la novela entera, y conozco hasta el número de capítulos y de qué va a tratar cada uno de ellos, llega el momento de sentarse frente al ordenador y comenzar la escritura en sí. Y en el trayecto de esa segunda etapa la historia vuelve a cambiar de modo considerable. Las novelas evolucionan constantemente. Son organismos vivos.[1]
Por otra parte, los cuadernos de trabajo contienen reflexiones, notas de lectura, citas, apuntes e ideas para nuevos proyectos literarios y periodísticos. Por lo tanto, nos procuran la posibilidad de seguir de cerca el proceso de escritura de la autora y pueden ser considerados como la trastienda de su obra narrativa y periodística. La ideación de una novela empieza con anotaciones sobre los temas a tratar, las características y las trayectorias de cada personaje, la estructura de la novela y la documentación necesaria para la escritura. Como la misma autora nos explica todo empieza tomando notas:
Que es lo que hago primero y me lleva cerca de dos años. Hay primeras ideas que empiezan a crecer, pequeños personajes que encuentran su mundo. Cada novela suele surgir de una idea, de una imagen, o de una frase, de un pequeño huevecillo que empieza a desarrollarse, a crecer. Ese proceso de tomar notas es absolutamente concreto, tan concreto que a veces tienes toda la novela pensada y tienes que rescatarlo todo de tus miles de cuadernitos escritos a mano. Y lo curioso es que cuando ya está todo ahí, cuando te la sabes entera y la tienes toda escrita a mano, te sientas a escribirla y se convierte en otra cosa… es que la narrativa es pura evolución’.[2]
Mientras que en las libretas se alternan reflexiones personales, apuntes sobre lecturas y entrevistas y notas para artículos y novelas, en las cartulinas de colores se presentan datos mucho más específicos sobre la estructura de la novela y sobre la caracterización de los protagonistas, si bien dichos datos pueden ser aún provisionales.
Otro aspecto de gran interés lo constituyen los escritos inéditos. Por ejemplo, será posible consultar las notas sobre una novela del año 1982 que Montero nunca terminó y que convirtió en un cuento publicado años más tarde en el libro de relatos Amantes y enemigos (1998) bajo el título de “La vida fácil”. Estas notas conservadas en el archivo nos informan sobre la supuesta ‘muerte’ de una de sus novelas:
Llevaba más de dos años trabajando en ella y ya había redactado cerca de cien páginas. Pero, de repente, dejé de entender la historia y de sentir a los personajes. Nunca me había pasado antes y me asusté, me enrabieté. En mi furia, tiré todo lo que llevaba escrito, salvo el primer capítulo.[3]
La consulta del archivo personal de Rosa Montero nos proporciona la oportunidad de conocer más en profundidad la obra de una de las más importantes escritoras de nuestros tiempos, de investigar en torno a su oficio como escritora y de vislumbrar sus ideas acerca de la relación entre vida y literatura, ya que según la autora las dos guardan una relación muy estrecha:
Podríamos deducir que los humanos somos, por encima de todo, novelistas, autores de una única novela cuya escritura nos lleva toda la existencia y en la que nos reservamos el papel protagonista.[4]
Veronica Mollica Investigadora
(*) Se trata de la primera entrega de su archivo personal, que ha donado íntegramente y se completará en sucesivas entregas.
[1] Rosa Montero, La loca de la casa (Madrid: Alfaguara, 2017), p.68-69.
[2] ‘Rosa Montero, periodista y escritora, la española de la pluma insolente’, Revista Cara, (Chile: 1998), p.94, Archivo personal de Rosa Montero.
[3] Rosa Montero, Las novelas también mueren (Madrid: Penguin Random House Grupo Editorial, 2016), p.8.
[4] Rosa Montero, La loca de la casa (Madrid: Alfaguara, 2017), p.11.