Frankenstein, un monstruo hecho de cine
El Servicio de Audiovisuales de la Biblioteca Nacional de España quiere rendir un homenaje al monstruo de Frankenstein en el bicentenario de su creación. Icono de la cultura y del cine, ha marcado a varias generaciones; rememoramos algunas de las versiones cinematográficas que posee la Biblioteca entre sus fondos audiovisuales.
Su autora Mary Wollstonecraft Shelley (1797-1851), creadora de la criatura, debe de ser reivindicada no sólo por la calidad de su novela, revolucionaria en su ideas y conceptos, sino por su importancia en el reconocimiento del papel de la mujer en la literatura. No está de más, recordar que Frankenstein o el moderno Prometeo fue publicada en 1818 de manera anónima, y atribuida a su marido Percy Bysshe Shelley durante años. No será hasta 1831 cuando Mary Shelley se muestre al mundo como la orgullosa autora de la novela, que ya por aquel entonces gozaba de gran éxito. La película española Remando al viento (1987) dirigida por Gonzalo Suárez, narra cómo pudo haber sido la gestación de la novela en la Villa Diodati.[1]
Desde muy temprano, el cine, siguiendo la estela del teatro, decide adaptar la novela. En 1910 la productora de Thomas Édison rodará Frankenstein va a la universidad (Frankenstein Leaves for College) pequeño corto de cine mudo de dieciséis minutos, en el que se narra la creación de un monstruo bestial y peludo a través de la alquimia. Esta versión, aunque rudimentaria, ya tendrá alguna de las características generales de la historia: la búsqueda del secreto de la vida, el repudio de la criatura y la búsqueda de aceptación por parte de esta.
Pero será Universal Picture la que decida, ya en el cine sonoro, apostar por la figura de Frankenstein, el clásico cinematográfico El doctor Frankenstein (1931) (Frankenstein)[2] dirigida por James Whale, basada más en la obra de teatro de 1927 de Peggy Webling que en la novela, busca aterrorizar al gran público desentrañando, como dice en su presentación: los dos grandes misterios de la creación: la vida y la muerte [3]. La imagen más duradera del monstruo de Frankenstein quedará fijada, gracias en gran parte al maquillaje maestro de Jack Pierce y a la interpretación memorable de Boris Karloff, ambos crearán un icono cultural y cinematográfico; un monstruo fácilmente reconocible por su gran envergadura, las cicatrices que surca su cara, los pernos de su cuello y sus grandes zapatones. Boris Karloff dotó al personaje de movimientos torpes y pausados, como los de un niño “grande” que aprende a andar y no es consciente de su envergadura. En esencia, recoge la idea fundamental de la novela, ¿puede un científico arrogante sustituir a Dios, creando la vida? Tema que goza de una modernidad total, si lo relacionamos con la ética científica en temas como las células madre o la clonación.
La novia de Frankenstein (1935): Boris Karloff
La Universal debido al éxito cosechado por la película, no vacilará en crear una saga con La novia de Frankenstein (1935), todavía con James Whale al mando, film en el que se ahonda en la figura del monstruo como protagonista total y la soledad que conlleva ser una criatura única. Continúan la saga, películas de menor calidad, aunque interesantes, como La sombra de Frankenstein (1939) (Son of Frankenstein), en la que se incorpora Bela Lugosi en el papel de Igor, o El fantasma de Frankenstein (1942), con tramas que se entrelazan a veces de manera inverosímil.
Dada la popularidad del cine de monstruos, la productora no dudará en mezclar en el mismo largometraje a varios de ellos, relacionando a Frankenstein en sus aventuras con el hombre lobo o el Conde Drácula en películas como: La zíngara y los monstruos (1943) (House of Frankenstein) (también conocida como La mansión de Frankenstein), Frankenstein y el hombre lobo (1944), con el mítico Lon Chaney Jr. como el licántropo y La mansión de Drácula (1945).
Tras los horrores sufridos durante la II Guerra Mundial, se produce la decadencia del cine de monstruos. En un último intento por parte de la Universal de continuar explotando la figura de Frankenstein y las demás criaturas, decide parodiarlos con dos cómicos de moda del momento en Abbott y Costello contra los fantasmas (1948) (Abbott & Costello Meet Frankenstein). Película que quedará muy lejos tanto en lo cómico como en la factura de la dirigida por Mel Brooks 25 años después, El jovencito Frankenstein (1974), sin duda la mejor parodia jamás creada sobre Frankenstein. Sin olvidar, la inclasificable película de culto The Rocky Horror Picture Show (1975), tan divertida como alejada del mito. El monstruo será un personaje recurrente en series cómicas de los años 60 en EE. UU., siendo un divertido padre de familia en La familia Monster (1964-1966) o un preocupado mayordomo en La familia Addams (1964-1966).
En los años 50, la británica Hammer Production decide comprar los derechos del cine de monstruos a la Universal, entre ellos Frankenstein, creando una nueva generación de películas de terror. La Hammer rodará siete películas sobre Frankenstein entre 1957 y 1974, dirigidas en su mayoría por Terence Fisher, modernizando el mito. En la primera de ellas La maldición de Frankenstein (1957), con un fantástico Peter Cushing como doctor y Christopher Lee como el monstruo, se versiona la historia con un ambiente mucho más gótico y oscuro, con un guion magistral elaborado por Jimmy Sangster, que dota a los personajes de una mayor complejidad.
La maldición de Frankenstein (1957): Christopher Lee
En la trama, el doctor Frankenstein mucho más malévolo, no solo quiere crear vida, sino crear al hombre perfecto, con manos de escultor y cerebro de científico. Su mentor Paul intentará disuadirlo de sus maquiavélicas intenciones invocando a la ética científica. Un verdadero clásico del cine de terror, que nos trae un Frankenstein más monstruoso y terrorífico. Este a diferencia de sus antecesores se caracteriza por su menor envergadura, su tez pálida, sus gruesas cicatrices y su ojo gris, que le dota de una mirada penetrante.
Su secuela La venganza de Frankenstein (1958) continua su estela, pero como ocurre en otras de las versiones de la Hammer, ya no hay un monstruo como tal, sino un ser humano con unas pocas cicatrices. Un cambio revolucionario supone Frankenstein creó a la mujer (1967) en la que el doctor es capaz de trasplantar almas, encerrando la de un hombre ajusticiado injustamente en el cuerpo de su pareja, en este caso un bello “monstruo”, en busca de venganza, sin duda un derroche imaginativo y terrorífico. Cerró el ciclo de la Hammer, Frankenstein y el monstruo del infierno (1974), en el que el Doctor Frankenstein, “creador de hombres”[4], fabrica una verdadera monstruosidad con el cuerpo de un psicópata, una bestia peluda y jorobada, más cercana a la del corto de 1910 que a los monstruos anteriores, pero con el cerebro de un genio y las manos de un artesano, retrotrayéndose así, a las aspiraciones de la primera película, crear un superhombre.
Fuera de estas dos sagas, se pueden destacar algunos títulos, como El castillo de Frankenstein (1958) (Frankenstein 1970), donde el monstruo es resucitado gracias a la energía nuclear, por un descendiente del Doctor Frankenstein interpretado por Boris Karloff, último acercamiento al mito del actor. Otra versión reseñable es Carne para Frankenstein (1973), en la que un loco y lascivo doctor quiere crear al hombre y la mujer perfectos para que juntos engendren al superhombre, publicitada como el Frankenstein de Warhol al ser este uno de sus productores, es a la vez una película erótica y macabra, mezcla de gore y terror a partes iguales. El maestro del terror a bajo coste, Roger Corman, también creó su versión con La resurrección de Frankenstein (1990) (Frankenstein Unbound), en la que se incluyen los viajes en el tiempo para visitar al doctor Frankenstein y su criatura.
El cine español también tuvo, aunque en pocas ocasiones, acercamiento al mito de Frankenstein. Jess Franco creo diferentes versiones del mito con su particular visión erótico-terrorífica, Drácula contra Frankenstein (1972) o La maldición de Frankenstein (1972), interesantes en cuanto que son interpretaciones del mito muy alejadas de los clásicos. Paul Naschy nuestro actor de terror más internacional, dirigió una película en la que interpreta a Frankenstein, entre otros monstruos, El aullido del diablo (1987)[5], cuyo guion original posee la biblioteca. En tono infantil, Antonio Mercero dirigió Buenas noches señor monstruo (1982), comedia en que el grupo infantil Regaliz conoce al monstruo.
Por último, no queremos finalizar, sin recordar aquellas películas que verdaderamente recrean la novela de Mery Shelley, en la que monstruo de Frankenstein a pesar de su aspecto bestial, es en muchos casos más humano que su creador. La película sueca-irlandesa Víctor Frankenstein (1977) (Terror of Frankesntein) dirigida por Calvin Floyd, representa fielmente la novela, con un monstruo culto y solitario odiado por los hombres por su aspecto. Dentro del cine norteamericano, la versión dirigida y protagonizada por Keneth Branagh, conocida como Frankenstein de Mery Shelley (1994), es una adaptación cercana al libro, con algunas licencias entendibles dentro de las limitaciones de un largometraje. Robert de Niro interpreta a un monstruo, con el rostro cubierto de cicatrices, muy cercano psicológicamente al de la novela, no tanto en semblante, que busca huir de la soledad por medio de la creación de una compañera y que estará dispuesto a todo por conseguirla. Por último, Frankenstein (2004), la miniserie de dos capítulos creada para televisión y dirigida por Kevin Connor, representa al monstruo, interpretado por Luke Gross, más cercano a como lo ideó Mary Shelley en su novela: Sus miembros eran proporcionados, y yo había seleccionado sus rasgos por hermosos. ¡Hermosos! ¡Dios Santo! Su piel amarillenta apenas cubría la red interna de venas y arterias; su pelo era de un negro lustroso, y caía suelto; sus dientes tenían la blancura de las perlas; pero esas bellezas, no servían sino para ofrecer un contraste más horrendo con su aspecto apergaminado, con los finos labios negruzcos, y con los ojos acuosos que parecían tener el mismo color que las orbitas de un blanco grisáceo en las que se internaban [6]. Una versión muy fidedigna y cercana a la novela original, gracias a sus casi tres horas de metraje.
Frankenstein (2004): Luke Gross
Por supuesto, no se mencionan todas las versiones existentes del mito, pero sí se busca dar un acercamiento a la evolución de la figura del monstruo y mostrar cómo a través de la amplia colección audiovisual de la Biblioteca, se pueden encontrar desde versiones muy difundidas, hasta aquellas más difíciles de encontrar. Por ello, se invita a todo aquel interesado tanto Frankenstein, como en el cine en general, a visualizar en la Sala Barbieri (Departamento de Música y Audiovisuales) estas y otras películas que forman parte de la colección y de la historia del cine.
Notas:
[1] Información tomada de Salgado, Diego y McCausland, Elisa. “La mujer y el monstruo.” Dirigido 486, marzo (2018): pp. 40-43. Impreso [2] Se incluye entre paréntesis el título en lengua original en aquellas películas cuyo título en su idioma original es muy distinto al traducido al español. [3] Palabras expresadas por Carl Laemmle Jr., productor del largometraje en los créditos iniciales para advertir de su contenido terrorífico [4] Como se autodenomina el Doctor Frankenstein en el largometraje, tras conseguir crear el monstruo [5] Información tomada de Salvador Estébenez, José Luis. “Erótico cómico y terrorífico: El mito de Frankenstein visto a través del Cinema Bis.” Dirigido 486, marzo (2018): pp. 54-57. Impreso [6] Fragmento extraído de Shelley, Mary W. “Frankenstein o el moderno Prometeo”. Madrid: Castalia, 2008. Impreso
Fuente de las imágenes:
La novia de Frankenstein [DVD-Vídeo]. Dirección, James Whale. Madrid: editado internacionalmente por Universal Pictures International Limited: distribuido en España por Universal Pictures Iberia, D.L. 2002. Signatura DVD/2007
La maldición de Frankenstein [DVD-Vídeo]. Dirección, Terence Fisher en Peter Cushing in memoriam. [Barcelona]: Cinema International Media, D.L. 2015. Signatura DVD/87802-87804
Frankenstein [DVD-Vídeo]. Dirección, Kevin Connor. Barcelona: Telecinco: DeAPlaneta : distribuida por SAV, D.L. 2007. Signatura DVD/65710