“Mi primer ordenador se lo debo a la BNE”
José Antonio Pizarro Pizarro, coronel jubilado, lleva buena parte de su vida acudiendo a la Biblioteca Nacional de España. Entre las muchas investigaciones que ha realizado entre sus paredes, la más importante es la del origen de su familia. Junto con sus hermanos, ha descubierto que descienden de la misma familia que Francisco Pizarro, explorador y conquistador español del Perú. Durante los cincuenta años que lleva viniendo a la BNE, ha encontrado todos los documentos necesarios para realizar cursos relacionados con su carrera militar, para conseguir su Licenciatura en Historia, y su posterior doctorado. Actualmente, José Antonio, a sus 65 años, ha decidido matricularse en un master de historia medieval.
¿Qué ha descubierto sobre el origen de su familia en la Biblioteca Nacional?
El origen se puede fijar en Trujillo, Extremadura. Parte del linaje se fue a América, donde se encuentra el famoso Francisco Pizarro, el conquistador, sus hermanos… Pero antes de que Francisco se fuera a América, ya hubo un Pizarro que se fue a Castilla, concretamente a Medina de Río Seco. Tenemos datados todos los descendientes de aquél hombre del que descendemos los Pizarro de Castilla. Tras investigar aquí, mis hermanos y yo hemos llegado a la conclusión de que descendemos de la misma familia, pero no tenemos ningún tipo de relación desde hace mucho tiempo. Y también encontramos que la rama de la que descienden mi madre y la de mi padre, porque mi apellido es Pizarro Pizarro, se separaron en el siglo XVIII.
¿Cuándo vino por primera vez a la BNE?
Hace 49 años, con 17, porque estaba estudiando preuniversitario. En aquella época, era muy difícil obtener la tarjeta, pero el director del colegio me dio un papel llamado saluda, fue la primera vez que yo vi un papel con ese nombre, y vine aquí con él, y un señor muy mayor, que estaba en una ventanilla, me dio una tarjeta. Entonces, encontré un mundo nuevo. Tenía a mi disposición todos los libros que yo había querido siempre leer. Naturalmente, suspendí el preuniversitario, pero aprendí muchísimo, porque yo aquí, menos estudiar, hacía de todo.
¿Se dedicaba más a la lectura que a lo que era realmente el estudio de las asignaturas?
Sí. Por ejemplo, tenía mucho interés en la Segunda Guerra Mundial, y aquí encontré memorias de entonces. Pero, claro, se me quedó pequeña pronto, me dediqué, entonces, a la primera. Y, luego, la guerra no era suficiente, y aprendí técnicas de acampada y de escalada, porque era muy aficionado a la montaña. Estudiaba de todo.
¿Y no se interesó por nuestra la Guerra Civil?
Sí, pero de eso tenía bastante en mi casa, porque mi padre era excombatiente, como muchos padres de la generación. Me había leído las obras de José María Gironella con muchísimo interés. Las recuerdo como una maravilla, una obra realmente magistral. Me sorprende que hoy día sea un autor tan olvidado, porque me pareció ecuánime y documentado, puesto que él había sido combatiente. En fin, a esto me dediqué en mis primeros tiempos en la Biblioteca.
Después, ¿cuál fue el siguiente tema que llamó su atención?
Cuando entré en la Academia de Aviación, durante las vacaciones, como mis padres seguían viviendo en Madrid, venía a la Biblioteca para repasar alguna asignatura. Luego, cuando vine a hacer cursos de transmisiones militares, me pasaba la mañana en la escuela y la tarde en la BNE, donde preparaba cosas de mi curso, pero, al mismo tiempo, me puse a investigar un tema que me apasionaba, los Sitios de Zaragoza. Y aquí encontré, en la sección de Raros, información sobre los combates en Zaragoza. Había documentos editados durante la Guerra de la Independencia. Encontré uno interesantísimo y me dediqué a transcribirlo, con lo cual, aprendí bastante. Un buen día, en Zaragoza, me pidieron que escribiera un libro sobre combatientes americanos en la Guerra de la Independencia. Vine aquí y, naturalmente, conseguí escribir aquello. Y, con lo que me pagaron, pude comprar mi primer ordenador. En cierto modo, mi primer ordenador se lo debo a la Biblioteca.
¿Sobre qué más ha investigado aquí?
Cuando ya era comandante de aviación, me matriculé en la universidad para comenzar la Licenciatura de Historia. Empecé la licenciatura viviendo en Zaragoza, y, cuando me destinaron a Madrid al curso de Estado Mayor, simultaneaba éste, que es el doctorado de la carrera militar, con mis estudios en la universidad, haciendo tercer año de licenciatura. Y, naturalmente, pasaba la tarde aquí, investigando para mis estudios de Estado Mayor y apoyando mis asignaturas de carrera. Entonces, en la Escuela de Estado Mayor también nos encargaron una investigación sobre los estrategas españoles: quiénes habían sido, qué habían dicho, qué habían publicado. Y aquí lo encontré, en estos archivos en la letra E, en estrategia, empecé a buscar las fichas, y conseguí toda la relación de estrategas.
¿Quiénes han sido los más importantes?
Pues, desde el Infante Don Juan Manuel, sobrino de Alfonso X el Sabio, que ya habló de Guerra Fría en el siglo XIII. Luego a él le han reinventado el término. Gonzalo Fernández de Córdoba, era un auténtico genio de la milicia, revolucionó completamente todo aquello. Después, el Marqués de Santa Cruz de Marcenado, que escribió un libro que fue la inspiración de Federico de Prusia. Y, posteriormente, hemos tenido unos bastantes buenos. Uno magnífico fue Vicente Rojo Lluch, el famoso general Rojo republicano, que publicó sus obras creo que en Bolivia. Y yo encontré aquí una de ellas. Dedicada “a la Biblioteca Nacional de mi Patria”. Un libro que mandó desde allí, autografiado por él.
¿Y del otro bando?
Kindelán, que fue el creador del Ejército del Aire, aunque luego se peleó con Franco. Él fue el principal promotor de la candidatura de Franco a la Jefatura del Cuerpo de Oficiales, tras la muerte de Sanjurjo en un accidente de aviación. Kindelán se dio cuenta de que, en la situación en la que estaban, o ponían a Franco o no tenían nada que hacer, porque Franco controlaba las tropas de África. Pero como Kindelán era monárquico, al acabar la Guerra, Franco no le dio el mando del Ejército del Aire, cuando era él quien lo había establecido.
Ahora mismo, ¿qué está haciendo usted aquí?
Tras terminar aquí mi tesis doctoral de historia sobre guerra insurreccional, ahora, que puedo dedicarme a los placeres del espíritu, me he matriculado en la universidad para hacer un master de historia medieval, porque yo sólo tenía conocimientos sobre historia contemporánea. Y estoy buscando todos los libros que me hacen falta para ver cómo era la influencia de la Iglesia en la sociedad medieval, cómo se interpreta el milenario desde el punto de vista bíblico, la música del Codex Calixtinus… En fin, un mundo totalmente nuevo.
jajajaja, yo tb me paso 3 horas diarias en la bibli Tecla Sala.....