Un día en los talleres de verano
Son las nueve de la mañana y llegan los niños más rezagados acompañados por sus padres para asistir a los talleres de verano. Al entrar en el Museo de la Biblioteca Nacional de España (BNE), durante el mes de julio, se oye más ruido del que se espera escuchar en una biblioteca, especialmente, al aproximarnos a la sala Polivalente.
Las coordinadoras comienzan con paciencia a poner orden. Los más grandes, a los que se les conoce como moléculas, se van a la sala Quijote, mientras que los pequeños, los átomos, se quedan en el salón y empiezan la actividad del día.
Los dos grupos, uno de 5 a 8 años y otro de 9 a 12, tienen nombres científicos porque el tema de los talleres de este año es la ciencia – el 2011 es el Año Internacional de la Química-. Es también el año dedicado a los bosques y, si a ello le unimos los libros, es fácil imaginar algunas de las actividades que, durante dos semanas, los pequeños realizan diariamente.
Combinar diferentes temas es un proyecto que la BNE tiene durante el verano desde 2005 para hacer las vacaciones de decenas de niños interesantes, divertidas y educativas.
Aíslen, la coordinadora de los talleres, explica brevemente lo que van hacer durante este día. Todos la conocen como Lunita, el nombre científico que escogió para si misma. Los moléculas empezaran haciendo bolas de nieve con muñecos por dentro, y después cambiarán con los más pequeños y harán, entre otras cosas, hielo seco. En el tiempo que resta hasta la hora de salida -dos y media de la tarde- ensayarán el espectáculo que cerrará el primer turno de talleres de este año.
“El lunes nos dijeron que trajéramos un bote de cristal y un muñequito”, cuenta Píxel (Adrián), un niño que se lesionó uno de sus brazos hace apenas un día, mientras jugaba en casa de Marte (Alejandro), un compañero de taller que conoció en la edición de 2010. “El año pasado vine también a estos talleres y me gustaron mucho, por eso les dije a mis padres que quería volver este año”, asegura Píxel. A su lado, Clorofila (Julia) corta trocitos de papel coloreado para meterlos en el agua, y mezclar en ella los colores. Es la primera vez que está aquí, pero ya ha hecho muchos amigos: “es muy divertido”.
En la mesa de trabajo hay un grupo de chicas: Perla, Diamante, Granizo y Urano. “Los padres llaman también con los motes a sus hijos cuando los traen aquí por la mañana”, manifiesta la coordinadora, que pertenece a Mad Science, la empresa que lleva a cabo los talleres. Las chicas hablan entusiasmadas del taller de teatro que están preparando para presentar a los más pequeños: “es una obra sobre el mundo de la magia”, explica Granizo (Alba), y mientras les llenan de agua caliente los vasos con los papeles para que se diluya con colores azules o naranjas, añade: “la obra habla de la magia en los bosques”.
En la sala Quijote, repleta de libros infantiles, ordenadores y personajes del libro de Cervantes, los más pequeños asisten a un experimento. Están haciendo una nube de hielo que parece humo blanco. Los alumnos se aproximan para tocarlo, es difícil mantener el silencio necesario para escuchar el ruido que hace el experimento. Cuando la coordinadora cierra el vaso con un tapón, y todo salta como si descorcharan una botella de champán, el pulso se acelera. Estalla el entusiasmo. Hay saltos y gritos, incluso aplausos, todos quieren participar. “¡Aplausos a la ciencia!”, grita la coordinadora. Es una frase que se oye constantemente en los pasillos del Museo de la Biblioteca Nacional de España durante estos días.
Talleres de Verano para niños: 4 a 16 julio o 18 a 30 de julio 2011 9h00 - 14h30 Inscripciones en www.bne.es
Carla Sao Miguel
Informe sobre los talleres de la BNE, por Gema Hernández Carralón
Enhorabuena¡¡¡ Somos los padres de Rosa (Leire Bravo) que ha acudido al campamento la primera quincena de Julio de 2011. Estamos encantados con la experiencia. Leire ha ido todos los días al taller muy contenta y habla con entusiasmo de todas las actividades que ha realizado.