Los sonidos de Puerto Rico
El último Congreso Internacional de la IFLA celebrado en Puerto Rico ha permitido un contacto directo con la cultura de esa Isla tan ligada a la nuestra y, a la vez, expresada de forma muy diferente fruto de su evolución histórica.
Es un desafío cómo en este mundo globalizado, donde las crisis económicas afectan a todos los países, existe la tendencia a buscar mayoritariamente la propia identidad a través de las manifestaciones culturales. Me ha sorprendido muy especialmente la importancia y riqueza musical de géneros musicales típicamente puertorriqueñas como son las “bombas y las plenas” donde los tambores de reminiscencia africana y letras humorísticas nos cuentan historias de hechos cotidianos que nos trasportan a las haciendas donde se cultivaba el café y la caña de azúcar. Es ésta la música propiamente puertorriqueña de la que todos los nativos de la Isla se sienten especialmente orgullosos. Históricamente tanto la bomba como la plena nacen en el siglo XIX como cantos campesinos acompañados de instrumentos de percusión y de cuerda. Si importante es la música, no menos atractivo es el contemplar el baile, los movimientos rítmicos y sensuales de pies y caderas que contribuyen a reforzar el mensaje de la música con el lenguaje corporal. Esta música, durante el último cuarto del pasado siglo fue prácticamente suprimida de celebraciones y emisiones radiofónicas en aras de la modernización y actualización de los sonidos impuestos por el pop y el rock. Sin embargo ahora surge con gran fuerza. Ha habido un esfuerzo de recuperación de las viejas melodías a través de la colección “Smithsonian Folkways” que pone a disposición de los amantes de este género a través de su catálogo.
Los sonidos de estas melodías hicieron que en el la primera noche, una vez inaugurado el Congreso, nos congregáramos en la Plaza del Mercado de San Juan de Puerto Rico un numeroso grupo de bibliotecarios, a pesar de la hora tardía para las costumbres de los habitantes del lugar, y acudiéramos a la llamada de la música. Se celebraba un festival que conmemoraba el centenario de un compositor, Rafael Cepeda, alma de los géneros musicales mencionados anteriormente. Estaban presentes todos sus descendientes que también se dedican a la composición musical de estos géneros y, allí, las personas que asistían al festival nos acogieron y comenzaron a enseñarnos los pasos de baile. Japoneses, chinos, coreanos, rusos, noruegos, ingleses, canadienses, magrebíes… entendían, sin utilizar ningún lenguaje verbal, la enseñanza de los amables habitantes de la Isla. Teníamos ante nosotros el mejor manual de danza caribeña nunca impreso.
Para poder apreciar y gozar con estos ritmos nada mejor que consultar la colección de música del Caribe que se conserva en el Departamento de Música y Audiovisuales donde podemos encontrar grabaciones de música puertorriqueña que, aunque no están digitalizadas debido a que se trata de ediciones modernas, sí se puede escuchar en la Sala Barbieri. Estos registros son simplemente una muestra:
- Tributo a los artistas puertorriqueños
Ballet de Danzas Negras
Hermanos Ayala
Petra Cepeda
Felicitaciones, Alicia, este post tiene color, y esperemos que pronto tenga sonidos