Nuestro catálogo en múltiples escrituras
Cuando Unicorn llegó a nuestra Casa, lo hizo con un regalo inesperado: la posibilidad de redactar registros en múltiples escrituras.
El sistema anterior no permitía escribir los diacríticos de muchas de las lenguas que emplean el alfabeto latino.
Con Unicorn pudimos empezar a redactar correctamente los registros en polaco, checo, esperanto, noruego… y también a transliterar adecuadamente según la norma ISO las lenguas que usan el alfabeto cirílico.
Además, como Unicorn está basado en Unicode, permite también la catalogación directamente en escrituras no latinas. ¡A los catalogadores se nos hizo la boca agua!
Teníamos ya la posibilidad de crear registros en cirílico, en griego, en chino, en árabe… No podíamos desperdiciar la oportunidad. Así que empezamos a cavilar cómo podíamos acometer la empresa. Primeramente nos planteamos qué modelo de catalogación seguir. Podíamos redactar el registro directamente en la escritura correspondiente o dar también la información transliterada. Vimos que ésta última opción era mucho más útil para el usuario ya que no se perdían posibilidades de recuperación. Así que esa fue la que elegimos. Esto nos obligaba a redactar el registro de forma transliterada en los campos habituales y a cumplimentar los correspondientes campos 880 con la forma en la escritura original.
La transliteración del cirílico y el griego la veníamos haciendo desde siempre, así que eso no supuso mayor problema. Algo más de trabajo nos dio acostumbrarnos a escribir directamente en las respectivas lenguas. No obstante, como los alfabetos nos resultaban familiares, superamos también la dificultad.
Pero, ¿y las lenguas cuyos alfabetos difieren tanto del nuestro? ¿Qué hacer con el chino, el árabe o el hebreo?
Esto sí que supuso un reto considerable porque no disponíamos en el departamento de personal que conociera mínimamente estas lenguas. Por un lado, la técnica nos daba la posibilidad de redactar los registros en escrituras no latinas… ¿podría ser, por otro, que la técnica nos diera también la posibilidad de obviar, de alguna manera, nuestra falta de conocimientos lingüísticos?
Nos pusimos manos a la obra. Pensamos en la posibilidad de escanear las portadas y pasarles después un programa de reconocimiento óptico de caracteres que nos creara un documento de texto del que después copiar la información y pegarla en el registro.
Desde un punto de vista teórico, el proceso parecía impecable… pero nos encontramos con una dificultad insoslayable: ¡las máquinas tampoco saben idiomas! De modo que, cuando el programa de reconocimiento de caracteres se encontraba con alguno que no entendía, nos devolvía la pregunta… No había manera de salir de ese círculo vicioso. Así fue como llegamos a una conclusión que, sinceramente, en el fondo nos gustaba. Y es que el humano, el catalogador, sigue siendo indispensable. En este caso, un catalogador que, además, supiera idiomas exóticos. ¡Había que encontrarlos!
Y nos encontramos con una maravillosa sorpresa: ¡un catalogador de empresa sabía chino! Así que inmediatamente se encargó de redactar este tipo de registros. Fue el siguiente paso.
Para poder procesar el riquísimo fondo árabe de la biblioteca nos pusimos en contacto con Casa Árabe. Vimos las posibilidades de colaboración y, después de superar un montón de dificultades técnicas gracias a la colaboración del departamento de Automatización, pudimos llegar a firmar un convenio con esta institución. Una gran parte del proceso sigue basándose en la técnica: allí se encargan de la catalogación de los registros en su propio sistema, desde el que después, mediante el protocolo Z39.50, nosotros los recuperamos.
Ya se ha creado un subcatálogo con los registros procesados por Casa Árabe y cada uno de ellos lleva el logo de la institución.
Aún nos queda por encontrar colaboradores “humanos” para redactar los registros en hebreo y en japonés. Se están dando los pasos para conseguirlo.
De momento vamos despacito porque los recursos disponibles son escasos. Pero ya hemos empezado. Voluntad no nos falta y entusiasmo tampoco.
Algunos registros en otras escrituras:
- El Quijote (árabe)
- El Quijote (griego)
- Yi ge tian shi de duo luo (chino)
- Senka moje du?e (cirílico)
Ninguna escritura nos será ajena. Es un esfuerzo que merece la pena. ¡Felicitaciones a todos lo que lo han hecho posible!