Las invitaciones y programas de baile, con una importante representación en la colección de Ephemera de la Biblioteca Nacional de España, ejercían su poder de convocatoria sobre la sociedad burguesa del siglo XIX, tan aficionada a los actos sociales, muy especialmente a los bailes de carnaval organizados por sociedades recreativas y cuya tradición se perpetuó durante largo tiempo.

Los programas de esta colección presentan una gran diversidad de temas y motivos: damas elegantemente vestidas para el baile o con disfraces. Destaca el programa de «La Bella Conchita» con una espectacular figura semidesnuda como una diosa que emerge de una concha marina.  Los programas ilustrados con figuras masculinas tienen un carácter más jocoso y caricaturesco: en un programa en forma de ventana, al abrirse, aparece un hombre con ropa de dormir que saca la lengua y hace burla. También hay escenas infantiles con niños jugando; animales; instrumentos de música; objetos de todo tipo: y también paisajes, flores, frutas y barcos.

En el recto y verso de los programas aparece el nombre de la entidad organizadora, el tipo de acto y la fecha. En algunos aparece otro tipo de información: si es un programa de tarde o noche, la hora, la orquesta que toca, el director, las piezas, la relación de bailes. En el caso de los programas de bailes, en ocasiones, junto a la relación de bailes hay un espacio en blanco para anotar el nombre de la pareja de baile acordada, haciendo a la vez el papel de carnet de baile. La relación de bailes aparece, muchas veces, en lugares muy ingeniosos como en las faldas de las mujeres, en los chalecos y pantalones de los hombres, en banderas, escudos, estandartes, etc.

Un repaso de los programas de baile de la segunda mitad del XIX permite comprobar las danzas que estuvieron en uso: en las últimas décadas del siglo XIX (walz, rigodón, americana, mazurca, polka, schotisch y galop), O en los años veinte y treinta del siglo XX (pericón, charlestón, fox-trot, tango, pasodoble, slow-fox, etc.)

Los programas se presentan en forma de una hoja y librillos de dos o más hojas. En uno de éstos, la última hoja tiene líneas de puntos perforados para poder rasgar la invitación de cada día. Muchos tienen sus márgenes troquelados, adoptando diferentes formas de objetos.

En algunos programas la relación de bailes aparece camuflada por medio de pestañas que se abren. La mayoría son litografías y cromolitografías. 

Veintiséis llevan la firma del ilustrador y en cerca de ochenta figuran los datos de talleres, sobre todo de Barcelona.