Del rollo al códice
Durante tres mil años el rollo fue el principal formato para la escritura. Su origen se remonta a Egipto.
A pesar de su difícil lectura y localización de los textos, al obligar al lector a desenrollar y enrollar al mismo tiempo, el papiro fue el soporte predominante entre los siglos IV a.C. y III d.C. A partir del siglo IV, el uso del “codex” se extiende en la parte occidental del Imperio romano hasta desplazar completamente en el siglo V al killindros en la parte oriental. La Biblioteca Nacional de España conserva en su colección una pequeña variedad de soportes, que recogen fundamentalmente textos religiosos y que permiten al lector trasladarse a esta etapa primigenia, aunque no correspondan al marco cronológico mencionado.