Se trata de un homenaje al cante y baile Flamenco, una de las expresiones artísticas más importantes de nuestro país y declarado patrimonio inmaterial de la humanidad por la UNESCO en el año 2010. Es la segunda parte de otra producción anterior realizada por Carlos Saura en 1995. Se trata de una espléndida película en la que se recogen las actuaciones de más de los intérpretes del flamenco de esos años y en la que se evidencia en cada cuadro la maestría del director en el dominio de la luz y la sombra.