Chumy Chúmez, un nombre serio
Escribir con agudeza, ingenio, bajo la atenta mirada de todos aquellos que se atenían a una dictadura en España. José María González Castrillo -o como se le conocía normalmente: Chumy Chúmez- dotaba de una complicidad que le permitía, a través de la prensa, interpretar lo escrito y lo no escrito.
Entre las páginas del Diario de Madrid, un periódico que trataba de sobrevivir a las constantes sanciones que recibía por parte del régimen, surgió la figura de un joven dibujante que, bajo un inteligente humor, mostraba una visión de nuestro país y sociedad escapando de los castigos morales de la censura.
El humor negro y personal de Chumy Chúmez, dotado de un grafismo sencillo pero impactante y, hasta cierto punto, un tanto escandaloso y renovador para la época, comenzó a popularizarse en diversas revistas y periódicos.
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No sólo le bastó su faceta artística y humorística. Chúmez tenía muchas inquietudes artísticas que quedaron tremendamente reflejadas en aportaciones que realizó como guionista de radio y televisión, cineasta, narrador y ensayista, tertuliano y animador cultural de cientos de conferencias y mesas redondas.
Su peculiar nombre surgió de un recuerdo de su infancia. Explicó que de pequeño le llamaban Chumy y le añadió Chúmez para dar más aspecto de hombre serio.
Viñeta coloreada (sin fecha)
Tras su paso por La Codorniz, decidió fundar un nuevo semanario humorístico, más ambicioso en cuanto a contenido y libertad se refería. Lo llamó Hermano Lobo con subtítulo “Semanario de humor dentro de lo que cabe”. Caracterizado por un espíritu crítico del humor político, marcado por revistas francesas como Charlie Hebdo y con colaboradores de la talla de Manuel Vicent, Cándido, Francisco Umbral, Manuel Vázquez Montalbán, Manolo Summers, OPS, Forges o Gila.
Trabajador infatigable, cercano y atento con las personas, con un gran sentido del humor y amante de las lecturas de Sigmund Freud, demostró su notable presencia en multitud de seminarios y conferencias en ciudades como Nueva York, Londres, Río de Janeiro, Buenos Aires, Ginebra o Amsterdam, además de en toda España.
El legado de gran parte del archivo personal del dibujante ha sido donado a la Biblioteca Nacional de España por su hijo Marcel Wong-González, el cual ha expresado su deseo de que la obra de su padre se conserve y se difunda en las instalaciones de la BNE.
Cuaderno de dibujos, julio 2002
Wong-González ha entregado ejemplares originales de la obra humorística gráfica de su padre, así como sus dibujos y apuntes en los que se ejercitaba como dibujante y pintor profesional.
“Siempre he pensado que la obra de mi padre no era de una persona o de su hijo, pensé que como era parte de la historia de España a través de muchas décadas lo mejor sería que se quedara de manera indefinida en la Biblioteca Nacional para todos los que quieran estudiar su trabajo en persona”, ha señalado. “Me ha hecho mucha ilusión entregar todo este trabajo porque quiero que todo el mundo lo pueda ver, al igual que lo hice yo”.
Unos recuerdos en donde queda reflejada la historia de España en donde los cambios de política estaban a la orden del día. Un legado de estudio que queda reflejado, en este caso, a través del humor y su visión crítica.
La gran conciencia de Marcel Wong-González por lo público y salvaguardar, de la mejor manera posible, el patrimonio histórico español, manifiesta su interés en preservar y conservar el legado recibido de su padre y en ponerlo a disposición de la investigación actual y de las generaciones futuras.
Guión de la película ¿Pero no vas a cambiar nunca, Margarita?
A su manera, Chumy Chúmez ha sido recordado por su lucha por la reinstauración de la democracia en España, por la libertad de expresión a través de su participación activa en revistas y periódicos de larga transición y en plena democracia como Cuadernos para el Diálogo, El Independiente, El Sol, Pueblo, Tele Radio, Sábado Gráfico, Mundo Diario o Por Favor.
La maravillosa colección contempla varios cuadernos de dibujos, un guión de la película “¿Pero no vas a cambiar nunca Margarita?” y varias viñetas tanto en color como en blanco y negro.
María Fragoso
Un portento. Un filósofo político o al revés. Ni Hermanos Marx ni Chiquitos de la ca,zada.