Y como no hay dos sobrinos sin tres, un abrazo a mi tío y compañero de tantos senderos de cabras, de tantas noches pasadas en improvisados refugios, de tantas latas de "Litoral" compartidas y de tan buenos e irrepetibles momentos vividos en los Picos de Europa.
Y como no hay dos sobrinos sin tres, un abrazo a mi tío y compañero de tantos senderos de cabras, de tantas noches pasadas en improvisados refugios, de tantas latas de "Litoral" compartidas y de tan buenos e irrepetibles momentos vividos en los Picos de Europa.