Buenos días Jorge, Me alegra enormemente el interés que ha generado el post, la idea me la dio una bibliotecaria del País Vasco, que fue la primera en preguntar por ello. Es importante estar bien informados en estos tiempos de incertidumbre. Por supuesto, mucho más en servicios tan vitales y relacionados con la atención al público como son las bibliotecas y los archivos. La manipulación posterior a la cuarentena no ha de ser diferente a la que se hace habitualmente. La capacidad del virus para desarrollarse desaparece después de varios días (nosotros recomendamos una cuarentena muy larga, de 14 días que rebasa completamente la capacidad de resistencia del virus en cualquier material) y, por tanto, no habrá transmisión. Cierto es que se pueden volver a contaminar siempre que estén expuestos de nuevo al virus. Por ello es importante que en la biblioteca, los libros sean manipulados con cuidado, mascarilla y guantes limpios. El hidrogel debe convertirse en un amigo inseparable y debemos limpiarnos las manos con frecuencia, cada vez que entremos en contacto con un posible trasmisor. La diferencia entre la calle y la biblioteca es que dentro de la biblioteca podemos controlar la transmisión con medidas profilácticas y protocolos adecuados pero, al salir fuera, hay una gran incertidumbre. Por ello, debemos considerar los materiales prestados como posibles transmisores y debemos manipularlos con seguridad. Es importante, como bien señalas, mantener un sencillo protocolo de trabajo. Por ejemplo, los bibliotecarios que reciben los préstamos y los ponen en la zona de cuarentena deben lavarse bien las manos con los guantes e hidrogel antes de tocar los libros que ya han superado el período de cuarentena o el personal ajeno al circuito de material sospechoso debe evitar trabajar en esa zona. Cuidando estas reglas básicas, podemos manipular los fondos con seguridad. Un saludo cordial y gracias por vuestro apoyo Arsenio Sánchez
Buenos días Jorge, Me alegra enormemente el interés que ha generado el post, la idea me la dio una bibliotecaria del País Vasco, que fue la primera en preguntar por ello. Es importante estar bien informados en estos tiempos de incertidumbre. Por supuesto, mucho más en servicios tan vitales y relacionados con la atención al público como son las bibliotecas y los archivos. La manipulación posterior a la cuarentena no ha de ser diferente a la que se hace habitualmente. La capacidad del virus para desarrollarse desaparece después de varios días (nosotros recomendamos una cuarentena muy larga, de 14 días que rebasa completamente la capacidad de resistencia del virus en cualquier material) y, por tanto, no habrá transmisión. Cierto es que se pueden volver a contaminar siempre que estén expuestos de nuevo al virus. Por ello es importante que en la biblioteca, los libros sean manipulados con cuidado, mascarilla y guantes limpios. El hidrogel debe convertirse en un amigo inseparable y debemos limpiarnos las manos con frecuencia, cada vez que entremos en contacto con un posible trasmisor. La diferencia entre la calle y la biblioteca es que dentro de la biblioteca podemos controlar la transmisión con medidas profilácticas y protocolos adecuados pero, al salir fuera, hay una gran incertidumbre. Por ello, debemos considerar los materiales prestados como posibles transmisores y debemos manipularlos con seguridad. Es importante, como bien señalas, mantener un sencillo protocolo de trabajo. Por ejemplo, los bibliotecarios que reciben los préstamos y los ponen en la zona de cuarentena deben lavarse bien las manos con los guantes e hidrogel antes de tocar los libros que ya han superado el período de cuarentena o el personal ajeno al circuito de material sospechoso debe evitar trabajar en esa zona. Cuidando estas reglas básicas, podemos manipular los fondos con seguridad. Un saludo cordial y gracias por vuestro apoyo Arsenio Sánchez