Francisco Jareño
Obras son amores: Luis Moya, arquitecto-conservador
Que la historia de la Biblioteca Nacional, o al menos la de su edificio, se ha escrito y se escribe entre obras -"¡Quítame de allá ese andamio!"-, es un secreto a voces, baste mirar en estos días a su fachada. Tan habituados estamos a convivir con ello quienes trabajamos en el Paseo de Recoletos, 20, (Paseo de Calvo Sotelo, en los años que nos ocuparán), que hemos perdido la memoria de todas sus reformas, reparaciones, ampliaciones, mejoras, reestructuras, remodelaciones, restauraciones y trabajos de entretenimiento, hoy mantenimiento.