La Biblioteca Nacional de España (BNE) acogió el pasado sábado 26 de octubre a 1220 personas en la Jornada de Puertas Abiertas organizada con la colaboración de la Fundación de Amigos de la Biblioteca Nacional de España (FABNE). El patrimonio preservado en la BNE se mostró al público en una actividad única para difundir la labor de la institución.

Ha sido la segunda Jornada de Puertas Abiertas del año, en celebración del Día de las Bibliotecas y en homenaje a Rosa Regàs, exdirectora de la BNE recientemente fallecida. Ella impulsó esta actividad en la que los trabajadores de la biblioteca colaboran para guiar a los visitantes y transmitir la importancia de las labores de la institución, acercando así al público a este espacio de conocimiento e historia al servicio de la ciudadanía.

Esta edición de la Jornada de Puertas Abiertas ha contado con una novedad: por primera vez, los visitantes pudieron acceder a través de un QR a la versión digitalizada de las obras expuestas. Un portal web creado para la ocasión recopilaba las obras disponibles en la Biblioteca Digital Hispánica y en la Hemeroteca Digital y permitió a los visitantes ver más en detalle las obras, conocer más datos sobre ellas y conservar el listado para poder consultarlo tras el recorrido. La difusión a través de redes sociales también permitió dar acceso a aquellas personas que no pudieran acudir a la Jornada de manera presencial y disfrutar de la iniciativa a modo de visita virtual.

Éxito de convocatoria y entradas agotadas

El frío de las primeras horas de la mañana del sábado no impidió que la cola empezara a formarse a eso de las siete y media, más de una hora antes del comienzo del reparto de entradas. Los más madrugadores esperaban impacientes con el abrigo puesto para poder descubrir los tesoros de la BNE rara vez expuestos al público, espacios únicos como el salón de lectura María Moliner o las demostraciones de encuadernación y restauración realizadas por profesionales de la biblioteca. “Veníamos este fin de semana y nos hablaron de esta actividad tan especial que podíamos hacer en familia”, confesaba una asistente que venía de Gran Canaria mientras esperaba su turno. Las entradas se agotaron a mediodía y la cola llegó a ocupar enteramente la calle de Villanueva. “Es la primera vez que vengo. Me enteré por redes sociales y me pareció muy interesante”, apuntaba otra visitante de la fila.

Óscar Arroyo, director de la BNE, recibió a los primeros grupos de la mañana en el punto de inicio del recorrido, dándoles la bienvenida. “La iniciativa se lleva celebrando casi 20 años gracias a Rosa Regàs”, recordó Arroyo. José Luis Bueren, director técnico, apuntó que con las jornadas se busca lanzar el mensaje de que “la Biblioteca Nacional de España está abierta todos los días para los usuarios y para los visitantes, tanto sus salas como sus exposiciones”. Bueren subrayó que, con motivo de la jornada, “se enseñan verdaderas obras maestras y colecciones que no se asocian a la BNE”.

Un centenar de trabajadores lo puso todo de su parte para que esta ambiciosa jornada fuera exitosa. Macarena Berjano, una de las guías que llevó a los visitantes por el recorrido programado, afirmó que “el contacto con la sociedad es clave y que el patrimonio llegue a todas y todos es fundamental”. Durante la visita se llevó a los asistentes por espacios como la Sala Barbieri, la Sala Larra o la Sala del Patronato y se mostraron colecciones de todos los departamentos, desde partituras hasta grabados, pasando por mapas, revistas ilustradas, incunables y manuscritos.

El público terminó el recorrido con un clavel y un marcapáginas aportados por la Fundación de Amigos de la BNE (FABNE). Tras la visita guiada, personas de todas las edades expresaban su agradecimiento por esta iniciativa: desde niños con sus padres y adolescentes que acudían por primera vez a la BNE animados por sus profesores hasta personas de fuera de Madrid que, en su paso por la capital, no dudaron en aprovechar la ocasión de visitar la institución. “Merece la pena visitar este templo”, confesó un asistente. “El poder estar tan cerca de incunables, de la segunda edición del Quijote… Poder ver todas estas obras desde tan cerca y disfrutar de la arquitectura es una oportunidad”, contaba otro visitante.