En 1909 empezó a escribir artículos en distintos diarios españoles e hispanoamericanos como ABC y Heraldo de Madrid, entre otros, y en revistas femeninas como Mundo Femenino o Mujer.
En torno a los años 20, comenzó a participar activamente en los círculos intelectuales y políticos del Madrid de preguerra. Formó parte del Lyceum Club femenino, asociación de mujeres entre las que se pueden destacar María Lejárraga, María de Maeztu y María Teresa León y de la que Halma Angélico fue su última presidenta. También fue vicepresidenta de la Asociación Nacional de Mujeres Españolas, institución dedicada a luchar por los derechos femeninos en España.
Su producción dramática dio comienzo con dos obras publicadas bajo el seudónimo de Ana Ryus que no llegaron a estrenarse: Los caminos de la vida (1920) y Berta (1922). La primera fue reformada y publicada en 1932 bajo el título de Entre la cruz y el diablo, firmada ya con el seudónimo de Halma Angélico y estrenada con gran éxito de crítica y público. Berta también fue modificada y publicada de nuevo en 1929 con el título La nieta de Fedra y subtitulada por la autora como “teatro irrepresentable” por el trasfondo rupturista con la moral de la época de la obra.
Con el inicio de la Guerra Civil se afilió a la Confederación Nacional de Trabajadores (CNT).
Considerada como “la única mujer que estrenó una obra de teatro en medio de la Guerra Civil” (Limic Tijana, 2015), en 1938 estrenó en el Teatro Español de Madrid Ak y la humanidad.
Se trata de una adaptación del cuento ruso de Jefim Sosulia y tuvo buena acogida de público, aunque no tanto de la crítica cercana al sindicato del que era afiliada, que la acusó de plagio. Según algunas fuentes, el revuelo que levantó esta crítica supuso la retirada de la obra de los escenarios por orden del Gobierno y la ruptura de la autora con la CNT.
Al acabar la Guerra fue encarcelada y puesta en libertad sin cargos tres meses después. Continuó viviendo en Madrid, aunque no volvió a escribir. Los hechos ocurridos en los últimos años la llevaron a separarse de la vida literaria y al olvido, muriendo en soledad en 1952.
(Servicio de Información Bibliográfica)