Cánovas del Castillo y Vallejo, Antonio
Cánovas del Castillo y Vallejo, Antonio
- Artistas plásticos
- Ensayistas y prosistas
- Novelistas
Antonio Cánovas del Castillo y Vallejo, sobrino del político conservador Antonio Cánovas del Castillo (1828-1897), nació en Madrid el 22 de diciembre de 1862. Se casó con María Cánovas y Tejada y en segundas nupcias con Áurea Navarrete Zaldívar. Falleció en Madrid el 13 de noviembre de 1933 debido a una pulmonía agravada por una diabetes y una depresión.
Como muchos en su época fue un personaje polifacético. Abogado, político, pintor, escritor, destacó sobre todo como fotógrafo y ha dejado un importante legado en la historia de la fotografía española.
Con veintidós años se licenció en Derecho y posteriormente ocupó varios cargos públicos: fue diputado en Cortes por Cieza (Murcia), Gobernador de Málaga (1893) y finalmente ordenador de pagos de los Ministerios de Gracia y Justicia y de Gobernación. Acabará abandonando la política el año del asesinato de su tío.
Antonio Cánovas del Castillo y el Arte
Mientras estaba en la universidad estudió pintura con Carlos Haes. Siempre tuvo interés por el arte y, por el ambiente cultural de élite que le rodeaba, pudo acceder a los fondos sobre la materia que albergaba la biblioteca familiar y realizar numerosas visitas al Museo del Prado. Sus propias obras pictóricas las firmó con el pseudónimo de Vascano, anagrama de su apellido Cánovas y que también empleó como escritor literario. Más adelante relegará la pintura en pos de la crítica del arte, que difundió, fundamentalmente, en la revista La Época.
No sólo fue amante de la pintura, sino de la escritura. Su obra literaria, que abarca todos los géneros, sobre todo la escribió durante su juventud y bajo el pseudónimo de Antonio Vascano: Javier Malo (1884), El Mosén (1887), Mocedades (1890), Poesías (1890), ¡Ay, Joaquín! ¡Cuánto te quiero! (1892), La condesa está durmiendo (1895) y Pobres niños ricos (1918).
También alcanzó el ensayo con obras como Ensayo biográfico del célebre navegante Juan de la Cosa (1892), el texto de gramática De Madrid a Londres. Manual de la conversación inglesa (1899), el libro de botánica Voz de alarma ante la nueva poda de árboles (1892) y sobre fotografía El retoque fotográfico (1921) y La fotografía moderna (1912).
Fue además director de La Correspondencia de España Ilustrada y colaborador asiduo de El Estandarte, La Libertad, El Nacional, La Monarquía, La Política, Hojas Selectas, La Ilustración Católica, Pluma y Lápiz y Ateneo. Como periodista formó parte de la Asociación de la Prensa de Madrid.
Más allá de su labor como escritor fue un gran bibliófilo que llegó a reunir una colección de más de 6.000 volúmenes dedicados a las artes plásticas.
La música fue otra de las artes que cultivó, a pesar de carecer de una formación específica al respecto. Compuso obras de diferentes géneros como valses, polcas, rigodones, mazurcas, etc. Pero la pieza más popular es Káulak: vals brillante para bailar (1908), partitura que regaló a los clientes del estudio fotográfico.
Pero donde definitivamente se consolidará será en la fotografía. Comenzó tímidamente regalando los retratos que realizaba, pero en un momento de escasez de recursos económicos decide dedicarse profesionalmente al mundo de la fotografía. Decisión que se vio respaldada tras ganar el concurso convocado por Blanco y Negro para ilustrar el poemario Las Doloras de Campoamor en 1901. Su profesionalización se consolidará en 1904 al adquirir el estudio del galerista Antonio Portela en la Calle Alcalá 4, el cual reformó con el dinero que le facilitó su primera esposa. Su recuperación económica fue rápida por la facilidad con la que se vendieron sus series postales fotográficas. A finales de 1910 ya trabajaban en el estudio 27 personas.
En un comienzo se encontró con la oposición de su familia ante esta profesión y no contó con su reconocimiento hasta que el rey y su familia visitaron personalmente el estudio durante 1908 y 1909. Esa oposición, y probablemente el peso político de su apellido, le llevaron a utilizar diferentes pseudónimos como Dalton, Kàvlak y finalmente Kaulak.
Fue miembro de la Real Sociedad Fotográfica de Madrid fundada en 1900 y contó con el reconocimiento profesional desde el comienzo, como lo demuestran su presencia en exposiciones nacionales e internacionales y el recibimiento de diferentes premios, como por ejemplo el primer premio de la Exposición de San Sebastián (1900), medalla de bronce en la Exposición Universal de París (1900), Gran Cruz de Isabel la Católica, Orden Civil de Alfonso XII, Medalla del Trabajo y la Legión de Honor Francesa, entre otros. Rubén Darío se refirió así a él en 1909: «Ha llevado a cabo poemas fotográficos como la que puede llamarse traducción mímica de la dolora “Escribidme una carta, señor cura…”. Y así Kâulak, enamorado de la luz, es un poeta, es un apolíneo -¡por el sol!». Actualmente se entrega en su memoria el premio de fotografía Kaulak en el marco de los premios de la Villa de Madrid.
Con la proclamación de la II República su empresa entró en quiebra y fue atacado por una campaña de desprestigio. Cánovas sobrevivió hasta su muerte con los honorarios que recibía como funcionario. Entonces el estudio pasó a manos de un alemán, Ducker, y posteriormente, ya durante la guerra civil a Ángel Martínez, un antiguo empleado, que evitará su destrucción hasta su muerte en 1939, tras lo cual las fotografías de matrimonios y retratos de milicianos (aunque firmadas por Kaulak son de autoría de Martínez) se perdieron al hacerse cargo del estudio una rama colateral de los Cánovas que temió verse denunciada por la posesión de esos fondos. Desde entonces el estudio fue defendido sólo por Juan María Ardizone Cánovas, sobrino-nieto de Cánovas, hasta su destrucción en 1989 por la reforma integral del edificio donde se situaba. Hoy en día sus retratos forman parte de la colección de Patrimonio Nacional. El archivo de Palacio cuenta con la mayoría de los fondos relacionados con Alfonso XIII y la familia real. Los demás los han ido adquiriendo con el tiempo la Biblioteca Nacional de España, la Comunidad de Madrid y el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. Estos fondos suponen un material valiosísimo para el estudio sociocultural de la época, además de sus personajes ilustres.
Cánovas o Kaulak tuvo una gran capacidad técnica y dominio de la composición. Comenzó con un estilo más bien pictoralista y de monumentos artísticos, como se caracterizaba la fotografía recién nacida del S. XIX, pero pronto lo abandonó para pasar a componer ambientes costumbristas o reconstrucciones del pasado helenista. Finalmente su consolidación vendrá de la toma de retratos y fotografías de grupos. Retrató a la Casa Real, Jefes de Estado y a grandes personalidades de la época, como José Echegaray y Antonio Maura, entre otros.
Su aportación artística vendrá apoyada por sus aportaciones teóricas en los albores de la fotografía, cuando esta dejaba de ser simplemente una técnica y pasa a convertirse en un arte. Entre los precedentes que siembra para la fotografía actual cabe destacar los criterios que establece para la realización de un retrato como son la colocación, la iluminación y la expresión. Además introduce el concepto de fotogenia, o visualidad como él mismo lo denominó en 1909 en el artículo Retratos fotográficos. Este concepto es algo completamente novedoso al implicar al retratado en el resultado final. También habla del repentismo o capacidad de respuesta ante el comportamiento del modelo con el fin de obtener y/o captar mejor la imagen. Todo esto lo difundió tanto en forma de ensayo como en los artículos que publicaba en la revista La Fotografía fundada y dirigida por el él mismo en 1903 y que estuvo viva hasta 1914. Esta revista recogió temas tan diversos como la técnica, soportes, los procedimientos pigmentarios, concursos y las problemáticas y noticias del sector. Será uno de los primeros que estableció el debate sobre los valores y derechos documentales y artísticos de la imagen. Gracias a su gestión en pro de los derechos de Propiedad Intelectual de la fotografía vio la luz la Real Orden de 4 de septiembre de 1911.
Fue presidente de la Unión fotográfica fundada en 1918 como un órgano de difusión de la entidad del mismo nombre que agrupaba a los propietarios de galerías y comercios. Tuvo como órgano de difusión una revista con el mismo nombre y que estuvo viva entre 1919 y 1924.
(Servicio de Información Bibliográfica)
Cronología
Nace en Madrid.
Funda la revista La Fotografía.
Quiebra del estudio fotográfico.
Gana el concurso de Blanco y Negro para ilustrar Las Doloras (Campoamor).
Adquiere el estudio y se consolida su profesionalización como fotógrafo.
Fallece en Madrid.
- Altabella, J. (16 de Noviembre de 1975). Los grandes de la fotografía española: Kaulak. En ABC.
- Diccionario Biográfico Español. Madrid: Real Academia de la Historia, 2009
- Diccionario de fotógrafos españoles: del siglo XIX al siglo XXI. Madrid: La Fábrica: Acción Cultural Española, 2013. Disponible en:
- López de Zuazo, A. Catálogo de periodistas Españoles del S.XX. Madrid: Fundación Universidad-Empresa, D.L. 1987.
- Sánchez Vigil, J. M. Kâulak: más allá del retrato. En Patrimonio Cultural de España, n. 11, 2016.
- Sánchez Vigil, J. Análisis de la revista Unión Fotográfica, órgano de difusión de los empresarios del sector y referente en la materia (1919-1924). En Anales de Documentación,Vol.19, nº2, (2016).
- Sánchez Vigil, J.; Olivera Zaldua, M. Los álbumes del “Archivo de la fotografía de Kaulak”: Análisis documental. En MEI, n. 2, vol. 5, n. 9, 2014, p. 209-237. Disponible en
- Obras en formato EPUB de Antonio Cánovas del Castillo en la Biblioteca Digital Hispánica