Machado, Antonio

Dominio Público

Machado, Antonio

1875
1939
Lugar de nacimiento
Sevilla
Lugar de fallecimiento
Colliure (Francia)
Categorías
  • Dramaturgos
  • Ensayistas y prosistas
  • Poetas

Si no fuera por la secular división de España, que habría de helarle el corazón, Antonio Machado podría ser considerado el poeta nacional. Con una poesía fuertemente enraizada en su tierra, un aliento popular que ha hecho que sus versos hayan penetrado en el acervo común, y una profundidad no impostada, sino preclara, ni tan siquiera hace falta apreciar ese género tan a menudo tomado por elitista que es la poesía para sentir como propia la obra de un hombre bueno, en el buen sentido de la palabra bueno.

Pese a nacer en el sevillano Palacio de las Dueñas, su familia estaba lejos de ser aristocrática. La rama materna tenía una confitería en el popular barrio de Triana, mientras que el padre era administrador de la familia de Alba, aunque con el tiempo se convertiría en un muy reputado folklorista que transmitiría su pasión por el arte del pueblo a Antonio y Manuel, su otro hijo poeta. El abuelo paterno, Antonio Machado Núñez, fue rector de la Universidad de Sevilla, y por su parte legó a sus nietos el respeto por la educación y el saber.

Precisamente la carrera de Machado Núñez llevó a la familia a Madrid, donde había obtenido una cátedra en la Universidad Central. En la capital los hermanos estudiaron en la Institución Libre de Enseñanza, donde tuvieron de profesores a intelectuales de la talla de Giner de los Ríos, Manuel Bartolomé Cossío o Joaquín Costa, quienes les trasmitieron un ideario liberal, reformador y el sentido de la honradez que ya nunca los abandonaría. Sin embargo, Antonio nunca fue un buen estudiante y no llegó a pasar del bachillerato, más interesado por la vida de bohemia que le ofrecía la ciudad a finales del siglo XIX.

En 1899 realizó su primer viaje a París, donde conoció a Rubén Darío, máxima figura del modernismo, movimiento poético que iba a dominar la literatura española de la época. Dentro de esta corriente se enmarca su primer libro de poesía, Soledades (1903), influido además de por los modernistas por Manrique, Bécquer y la poesía popular en cuyo conocimiento y disfrute le había introducido su padre. En este libro primerizo ya mostró un dominio de los recursos poéticos, una melancolía sincera y habilidad para captar la sonoridad poseedora de la más nítida reverberación impropias de un autor novel. Unos años después, en 1907, publicaría una versión muy revisada con el título de Soledades, galerías, otros poemas.

Soledades fue inmediatamente acogido con fervor por sus contemporáneos más ilustres, entre los que se encontraba en primer lugar Juan Ramón Jiménez, el otro gigante de la poesía española moderna, quien acogió a Machado en las páginas de su revista Helios, exquisita publicación donde publicaron los mejores autores de la época. Pero los poemas no dan para ganarse la vida, así que Machado tuvo que trabajar como profesor de instituto, oficio que le llevó a vivir en Soria durante cinco años, que serían de una gran fertilidad, pues sin esta vivencia no se explicaría su poemario Campos de Castilla (1912), libro que le acerca más que ninguno a sus compañeros de la Generación del 98 en su preocupación por la situación de España y su anhelo regeneracionista. Más allá de sus planteamientos sociales, lo que permanece de sus versos es su pureza, una esencialidad que enlaza de manera más que metafórica con la aridez y franqueza de los paisajes castellanos.

 

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Soledades

En Soria también se produjo otro hecho fundamental en la vida del poeta, su encuentro con Leonor Izquierdo, por entonces de tan solo trece años, pero de la que se enamoró instantáneamente y con la que se casó en cuanto cumplió quince, la edad legal. Gracias a una beca, el matrimonio pudo instalarse en París, donde Machado pretendía mejorar su francés, pero Leonor moriría trágicamente en 1912. Para alejarse de Soria, lugar que tantos recuerdos le traía, el poeta aceptó una plaza de profesor en Baeza, donde se inspiraría para la redacción de Nuevas canciones (1924), con el que incidió en su gusto por la poesía popular.

En 1919 pudo trasladarse a Segovia, lo que le acercaba a su anhelada Madrid. En la década de los 20 se prodigaría junto a su hermano en el género teatral, con títulos como Desdichas de la fortuna o Julianillo Valcárcel (1926) o Las adelfas (1928), en las que rendían tributo a su admirado Jacinto Benavente. Pero si en un principio estas obras tuvieron buena acogida, ya en los años 30 aparecían como desfasadas y el público las dio la espalda. Por otra parte, el reconocimiento institucional se manifestó en su elección como miembro de la RAE en 1927, si bien su rechazo a las pompas hizo que nunca asumiera el puesto. En el aspecto personal, en estos años será clave su relación con Pilar de Valderrama, la famosa Guiomar de sus versos, con la que mantendrá una relación complicada, ya que ella estaba casada y era muy religiosa, y que le servirá como poderosa inspiración literaria.

Con la República, de cuya parte se puso desde el primer momento proclamando su instauración desde el ayuntamiento de Segovia, obtuvo el puesto de catedrático de francés en Madrid. Durante estos años, cada vez se mostró más asiduo en sus colaboraciones en prensa, para la que crea sus personajes de Juan de Mairena y Abel Martín, que tomarían forma de libro en Juan de Mairena (1936), colección de aforismos y pensamientos que se encuentran entre las obras maestras de la prosa española del siglo XX.

Como para tantos compatriotas, la Guerra Civil supondrá para Machado una tragedia que le llevará primero al descorazonamiento y más tarde a la prematura muerte. De Madrid a Valencia, de Valencia a Barcelona y de Barcelona a su breve exilio en Francia, siguió escribiendo en las condiciones más adversas, incluyendo algunos de sus versos más discutibles, aunque comprensibles dadas las circunstancias, pero también memorables páginas con sus reflexiones y versos inmortales. Su firma acompañó a las de Luis Cernuda, María Zambrano, Rosa Chacel o Ramón Gaya, es decir, lo mejor de la nueva generación de escritores y artistas, en Hora de España, revista en la que siguió dando voz a Juan de Mairena. El poeta, separado de su querido hermano Manuel, morirá en Colliure el 22 de febrero de 1939 acompañado de sus amigos Navarro Tomás y Corpus Barga y de su madre, quien fallecería tres días después.

 

(Servicio de Información Bibliográfica)

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Cronología

1875

Nace en Sevilla el 26 de julio

1899

Realiza su primer viaje a París

1907

Se traslada a vivir a Soria y conoce a Leonor Izquierdo

1919

Gana plaza como profesor en Segovia

1926

Estreno de la obra de teatro, escrita junto a su hermano Manuel, Desdichas de la fortuna o Julianillo Valcárcel

1936

Publicación de Juan de Mairena

1883

Se traslada a Madrid junto a su familia

1903

Publicación de Soledades
 

1912

Publicación de Campos de Castilla y trabajo como profesor en Baeza
 

1924

Publicación de Nuevas canciones
 

1931

Regreso a Madrid como catedrático de francés

1939

Fallece en Colliure, Francia, el 22 de febrero