Zambrano, María
Zambrano, María
- Ensayistas y prosistas
- Poetas
Nació el 22 de abril de 1904 en Vélez-Málaga. Hija y nieta de maestros, sus padres fueron docentes en la Escuela Graduada de Vélez. Su padre, Blas José Zambrano García de Carabante, pedagogo y pensador, en 1909 llegó con su familia a Segovia, donde había sido nombrado Regente de la Escuela Aneja de la Normal de Magisterio.
Allí formó parte de los círculos intelectuales más activos y progresistas de la ciudad y se convirtió en una gran amiga de Antonio Machado, que llegó a Segovia en 1919 para ocupar una plaza de profesor de francés en el instituto de la ciudad. Ambos fundaron la Universidad Popular de Segovia, proyecto socioeducativo que pretendió difundir la cultura entre las clases trabajadoras a través de clases, cursillos y conferencias a las que asistían personalidades como Unamuno, León Felipe o Eugenio D’Ors.
En 1926 se estableció en Madrid para completar los estudios de Filosofía y Letras en la Universidad Central, de la mano de las figuras más influyentes del pensamiento filosófico español del momento: Ortega y Gasset, Javier Zubiri, Manuel García Morente y Julián Besteiro. Años más tarde acabaría siendo profesora ayudante de Metafísica en esa universidad. Durante esa época, colaboró como periodista en El Liberal, Cruz y Raya, Los Cuatro Vientos y Azor de Madrid y El Manantial de Segovia.
Durante sus años universitarios se entregó en favor de un republicanismo culto, convencida de que la educación y la cultura eran fundamentales para modernizar España, y en contra la dictadura de Primo de Rivera. Perteneciente a la llamada Generación de la República, empezó a publicar sus primeros ensayos en la Revista de Occidente. Tras abandonar el Partido Acción Republicana, de Azaña, en 1932, colaboró en la fundación del partido Frente Español (FE). Tras oponerse personalmente a que José Antonio Primo de Rivera ingresase en la plataforma política y temiendo la incorporación de grupos fascistas, disolvió el partido, aunque no pudo impedir que sus siglas, FE, fueran posteriormente usadas por Falange Española.
Zambrano entró en contacto con la tertulia “Pombo”, en torno de Gómez de la Serna y con “La Granja del Henar”, de Valle Inclán. Allí conoció, a través de su gran amiga Maruja Mallo, a Rafael Dieste, con quien colaboró en la creación de Hoja Literaria, a Concha Méndez, a Concha Albornoz y a Rosa Chacel. En 1933 publicó su primer ensayo, Por qué se escribe. Poco tiempo después inició su tesis “La salvación del individuo en Espinosa”, que no pudo concluir debido al inicio de la guerra civil, lo cual le cerró algunas puertas durante su exilio, por el hecho de no ser doctora.
Como muchos de los integrantes de la que ella denominó la Generación del Toro, esa generación ofrecida en sacrificio, generación del exilio, Zambrano participó con las Misiones Pedagógicas, junto a Luis Cernuda, Dieste y el que más tarde sería su marido, Alfonso Rodríguez Aldave.
En estos años, Zambrano entrevé ya lo que será su crítica al racionalismo de la filosofía occidental, la razón poética, ese método de conocimiento integrador, más allá de la “razón vital” de su maestro Ortega y Gasset y también frente a la razón pura kantiana, con la que pretende la integración de la razón y el alma, dado que no le parecen suficientes los valores puramente racionales.
En 1936, contrajo matrimonio con Rodríguez Adave y viajaron a Chile, donde él había sido nombrado Secretario de la Embajada de España en Santiago. Durante ese viaje entabló amistad con Lezama Lima y organizó actos a favor de la República. La pareja regresó a España en junio de 1937 a pesar del riesgo que corrían debido a su activismo político y fue nombrada Consejera de Propaganda y de la Infancia Evacuada, además de pertenecer al consejo de redacción de Hora de España.
Finalmente salió para el exilio el 29 de enero de 1939. Después de un breve estancia en París, partió hacia México, invitada por Octavio Paz como profesora de Filosofía en la Universidad de San Nicolás de Hidalgo de Morelia. Al cabo de un año se trasladó a Cuba y Puerto Rico, donde le ofrecieron impartir cursos y conferencias.
Entre 1946 y 1949 viajó a Francia, donde entabló relación, entre otros, con Picasso, Simone de Beauvoir, Sartre, y Albert Camus, quien el día de su muerte, en 1960, llevaba los originales de El hombre y lo divino para editarlo en Gallimard, por considerarlo una obra cumbre del siglo XX.
Entre 1949 y 1953 regresa a México acompañada de su hermana; allí renuncia a la Cátedra de Metafísica para volver a La Habana, donde permanecerá hasta 1953, fecha en la que las dos hermanas inician la segunda etapa del exilio, el llamado exilio europeo (1953 – 1984) que las lleva a Roma, Francia, y más tarde, a Ginebra. En esta época trabajará y escribirá más que nunca, entre otros, publica El hombre y lo divino, La tumba de Antígona y Claros del bosque.
Muy pocos habían prestado atención a la obra de Zambrano en España hasta los años 80, a excepción de Aranguren, quien a finales de los años sesenta publicó “Los sueños de María Zambrano” en la Revista de Occidente y opinaba que si en este país a alguien le importara lo que dicen los filósofos, hace mucho tiempo que se tendría en cuenta su obra. Más tarde también recibió la atención de José Ángel Valente.
Desde 1978 su salud empeoró. En sus últimos años fue recompensada con el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades (1981). El 20 de noviembre de 1984, anciana pero todavía lúcida, regresó a España tras medio siglo de exilio. En ese momento continuaron los reconocimientos oficiales: Honoris Causa por la Universidad de Málaga, Hija Predilecta de Andalucía, creación de la Fundación que lleva su nombre, Premio Cervantes en 1988.
María Zambrano murió en Madrid el 6 de febrero de 1991. Tras su muerte ha seguido recibiendo reconocimientos a título póstumo.
(Servicio de Información Bibliográfica)
Cronología
Nace el 22 de abril de 1904
Se establece en Madrid
Regresa a España para luchar en favor de la República
Publica El hombre y lo divino
Regresa a España
Muere en Madrid el 6 de febrero
Su familia se instala en Segovia
Inicia su carrera docente
Inicia el exilio
Recibe el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades
Recibe el Premio Cervantes (primera mujer reconocida con tal distinción)
- Berrocal, Alfonso. «Poesía y filosofía: María Zambrano, la Generación del 27 y Emilio Prados». Valencia: Pre-Textos, 2010.
- Blanco, Rogelio. «María Zambrano: la dama peregrina». La Coruña: Berenice, 2009
- Montes Sampedro, María Teresa. «María Zambrano: la Antígona española de siglo XX». Madrid: Endymion, 2017
- Ortega Muñoz, Juan Fernando. “María Zambrano Alarcón”. En: Diccionario Biográfico electrónico (DBe). [Consulta 21/09/20]