Morales, María Luz

Morales, María Luz

1889
1980
Imagen
Mujer de medio cuerpo sujetando un libro (INVENT/374)
Lugar de nacimiento
La Coruña
Lugar de fallecimiento
Barcelona
Categorías
  • Periodistas
  • Traductores

María Luz Morales Godoy fue una periodista, traductora, escritora y crítica cultural de la Edad de Plata. Nació en La Coruña en 1889 pero su familia se asentó en Barcelona en 1897 por un traslado profesional de su padre. Ambas tierras fueron importantes en su vida, y aprendió tanto gallego como catalán. Dominó también el inglés, el francés, el italiano, y el portugués y se licenció en Filosofía y Letras en la Universidad de Barcelona.

Morales fue pionera en las redacciones de periódicos y revistas, en aquel momento constituidas en exclusiva por hombres, y considerada como "la pluma femenina más prestigiosa de España" y "la gran dama de la prensa". Estuvo además implicada en la vida social y cultural de su época y en la educación y formación de otras mujeres, pues fue directora, durante la Segunda República, de la Residencia Internacional de Señoritas Estudiantes.

Sus áreas de interés fueron lo que entonces eran las "páginas femeninas", aquellas dedicadas a cuestiones relacionadas con las mujeres como la moda o el hogar, pero también el cine y el teatro, en las que estuvo muy implicada no sólo como periodista sino como autora. Su carrera despegó en 1921 cuando la revista El Hogar y la Moda inició una convocatoria para encontrar un nuevo director. Morales postuló y se convirtió en directora de la publicación. En esos años colaboró en La Vanguardia y acabó por formar parte de la redacción en 1923 para dirigir la sección de cine Vida cinematográfica, en la que escribió con el pseudónimo de Felipe Centeno.

Compromiso social, Guerra Civil y represión franquista

Aunque abordó otros temas no abandonó la prensa femenina y en 1926 fue reclutada por el diario El Sol de Ortega y Gasset para hacerse cargo de una sección dedicada al público femenino: La mujer, el niño y el hogar. Se trató de una columna semanal en la que Morales plasmó con exactitud su pensamiento, que abrió otras posibilidades para las mujeres desde la educación, la cultura y la autonomía del sexo femenino, pero sin renunciar a su función de esposas y madres.

Durante la Guerra Civil se convirtió en directora entre 1936 y 1937 de La Vanguardia. Fue la primera mujer directora de un periódico de alcance nacional. Aceptó con la condición de trabajar como profesional y no como política, y de forma provisional. Su firma no apareció en medio año. Aun así, fue detenida al final de la guerra y permaneció 40 días en un convento en Barcelona.

Finalizada la guerra fue cesada junto al resto de redactores, se le requisó el pasaporte y se le retiró el carné de periodista, aunque publicó en algunas cabeceras bajo los pseudónimos de Ariel y Jorge Marineda. En 1940 la denunciaron por haber dirigido La Vanguardia. Tuvo que permanecer 40 días en un monasterio de Barcelona habilitado como prisión. Recuperó su carné en 1948 y se incorporó a la redacción de Diario de Barcelona, donde permaneció hasta el final de su carrera.

Producción literaria, pensamiento y legado cultural

Morales no desplegó su pluma solo en las páginas de la prensa, trabajó en el departamento literario de Paramount en España, y participó en el rodaje de Sierra de Teruel del director francés André Malraux. Su nombre no se incluyó en los créditos, pero apareció en las fotografías del rodaje junto a Max Aub, encargado de la traducción del texto del francés al español. En los años de la posguerra cultivó una gran actividad literaria y editorial. Publicó su primera novela, dedicada al público infantil y titulada Rosalinda en la ventana en 1942.

En ese mismo año fundó la editorial Surco, y en ella publicó obras con su propia traducción y originales de autores españoles de su entorno, como la novela Crepúsculo de una ninfa, de su amiga Elisabeth Mulder, con quien escribió la obra teatral Romance de media noche, estrenada en Bilbao en 1936. Adaptó al público infantil clásicos de autores como Homero o Lope de Vega, tradujo cuentos como Peter Pan y elaboró biografías como Las románticas 1830-1930, en la que reunió semblanzas de mujeres ilustres.

Aunque no hubo una mención en su obra al feminismo y ella misma renegó de este movimiento, sus planteamientos y posiciones fueron de un gran avance para la época en la que desarrolló su carrera, y un modelo para las mujeres de entonces. Fue además partidaria del voto femenino y celebró la consecución del sufragio para las mujeres durante la II República. En sus propias palabras, este derecho permitió a las mujeres dejar de ser "espectadoras aburridas y tibias" para convertirse en "actrices apasionadas".

Durante su inagotable y extensa trayectoria conoció y mantuvo relación con relevantes figuras de la cultura y la sociedad del siglo XX. Ella misma recopiló estas experiencias en un libro que publicó en 1972 titulado Alguien a quien conocí. En él escribió sobre sus encuentros con García Lorca, Gabriela Mistral o Paul Valéry.

En las últimas dos décadas de su vida recibió numerosos premios y homenajes, entre los que destaca el Premio Nacional de Teatro por su labor como crítica teatral en Diario de Barcelona, que recibió en 1963. Falleció en la Ciudad Condal en septiembre de 1980 a los 91 años.

(Servicio de Información Bibliográfica)

 

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Cronología

1889

Nacimiento en La Coruña

1937

Dirige La Vanguardia durante la Guerra Civil

1948

Cese de la prohibición e incorporación a Diario de Barcelona

1980

Fallecimiento en Barcelona

1921

Directora de El Hogar y la Moda

1940

Retirada del carné de periodista y del pasaporte

1963

Premio Nacional de Teatro por sus críticas periodísticas