Palacio Valdés, Armando

Dominio Público

Palacio Valdés, Armando

1853
1938
Lugar de nacimiento
Entralgo (Asturias)
Lugar de fallecimiento
Madrid
Categorías
  • Novelistas
  • Periodistas

Novelista asturiano, nació en Entralgo, aunque creció en Avilés, en el seno de una familia bien relacionada de la alta burguesía. A los 12 años inició el bachillerato en Oviedo, donde entabló una larga amistad con Leopoldo Alas “Clarín” y desarrolló su gusto por la literatura. En 1870 comenzó la carrera de Leyes en Madrid, donde se vio influido por el krausismo y se hizo asiduo del Ateneo, del que llegaría a ser presidente de forma breve en 1924, antes de que fuera clausurado por Primo de Rivera.

Con solo veintidós años, fue nombrado redactor jefe de la Revista Europea, una de las más prestigiosas del momento, para la que escribía retratos humorísticos de destacados personajes de la época. Su perfil más serio se contempla en Semblanzas literarias (1871), en las que mezclaba erudición y ligereza. Si en un principio se dio a conocer como crítico literario y por sus crónicas de costumbres, con El señorito Octavio (1881) dio el paso a la ficción con gran éxito de público, mostrando un toque naturalista en la línea de Zola y ciertas concomitancias con Pereda.

Gran observador de la realidad y perspicaz retratista, alcanzó la madurez con Marta y María (1883). Tras demostrar que también se movía bien en el terreno del relato corto con Aguas fuertes (1884), un año después firmó una de sus grandes novelas con José. Muchos consideran su mejor novela La hermana San Sulpicio (1889), en la que desplegó uno de sus grandes valores: el dibujo fino y matizado de personajes femeninos. Después de una conversión vital que le acercó al cristianismo, su narrativa también se hizo más espiritual, como se observa en La alegría del capitán Ribot (1898). Su estilo se caracterizó por una mezcla de fatalismo y bonhomía, además de una gracia omnipresente.

Instituciones de las que fue miembro

Entre su obra posterior cabe destacar La aldea perdida (1903), en la que plasmó una visión poética y vindicativa del mundo rural. En 1906 ocupó el sillón de la RAE vacante tras la muerte de Pereda. También fue miembro de la Royal Society of Literature of the United Kingdom y de la Société des Gens de Lettres. Fue Oficial de la Legión de Honor y Gran Cruz de Alfonso XII. En 1916 fue enviado especial de El Imparcial para cubrir la Primera Guerra Mundial. Con su autobiográfica La novela de un novelista (1921) demostró que, pese algunos reveses de la vida, todavía podía seguir ejerciendo su característico humor. Muy debilitado, al sufrir unas condiciones enormemente precarias tras el inicio de la Guerra Civil, murió en Madrid a la edad de ochenta y cuatro años.

Su obra fue traducida a numerosos idiomas, y la edición norteamericana de Máximina (1887) vendió más de 200.000 ejemplares, lo que le convirtió en uno de los autores españoles más famosos en el extranjero, junto a Blasco Ibáñez. Sus libros también conocieron diversas adaptaciones cinematográficas, pero tras su muerte fue cayendo en el olvido, y solo recientemente se ha empezado a reivindicar su valor artístico y como fiable fuente histórica. El teatro principal de Avilés lleva su nombre.

(Servicio de Información Bibliográfica)

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Cronología

1853

Nace el 14 de octubre en Entralgo (Asturias)

1875

Nombrado redactor jefe de la Revista Europea

1889

Edita una de sus mejores obras, La hermana San Sulpicio

1906

Ingresa en la Real Academia Española

1921

Escribe el libro autobiográfico La novela de un novelista

1938

Fallece en Madrid el 29 de enero

1871

Publica la colección de artículos Semblanzas literarias

1881

Escribe su primera novela, El señorito Octavio

1916

Enviado especial de El Imparcial para cubrir la Primera Guerra Mundial

1924

Nombrado director del Ateneo de Madrid